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9:05 AM

-¡Clausy, Clausy despierta! -Vamos a desayunar, no te quedes dormido instó el menor haciendo  que su compañero lograra abrir los ojos.

-¡¿Qué verga Ninten por qué me despiertas así caray?!

-Lo siento, es que te recuerdo... que me dijiste que iríamos a desayunar juntos...

Claus comenzó a dudar si el de los mensajes había sido su hermano o no, y si no había sido él había metido la pata con lo de los besos. Se ruborizó, pero no podía dejar a Ninten con las ganas, así que se levantó para comenzar a vestirse.

Ninten cubrió sus ojos con las manos para no ver..., por más que lo deseaba.

-Vale, estoy listo...

Ninten se adelantó para abrir la puerta, su corazón saltaba a mil por hora, era como tener una cita con el chico que le gustaba, a lo mejor sí lo era y eso lo tenía con una amplia sonrisa.

-¿Tomaste tu medicina? -Claus le preguntó para iniciar un tema.

-Sí, puse una alarma a las nueve así que ya no creo que me vuelva a pasar de largo mientras tenga ese teléfono. -Respondió grácilmente.

-Que bien, eso es bueno. -Claus estaba más que nervioso, no era bueno para iniciar conversaciones.

-Oye Claus, ¿te puedo preguntar una cosa?

-Ya lo estás haciendo, dale no hay problema, trataré de responder a todas tus dudas.

-He oído que varios dicen que tienes un trato que pagar a Porky o algo le debes, quisera saber si es verdad y si me lo puedes decir.

...

-Dijiste que me responderías todo.

-Corrección, dije trataré.

-¡¡CLAAAAAUSYYY!!

-¡¡NINTEEEEEEN!!

-¡No, no es divertido si tú lo haces, anda dime, no le diré a nadie!

-Vale, vale... hace ya varios meses cuando llegué acá porque me acusaron de un delito que no cometí era muy similar a ti, me daba miedo estar con alguien acá considerando que yo nunca he sido un miedoso, sin embargo no es lo mismo pensar eso cuando te encierran injustamente con un montón de delincuentes, ladrones, asesinos, secuestradores, narcotraficantes, y lo que sea... es un motivo para sentirse diminuto aquí, por eso entiendo en partes lo que sientes. Pero a mi me tocó estar junto a Porky desde que llegué, él fue amable conmigo aunque yo todavía me sentía indefenso y también sabía el poder que él tiene aquí hasta el día de hoy, por lo que él se ofreció a sacarme de un apuro si un día lo necesitaba, yo confié en él, pero no leí las letras chicas por así decirlo, no puedes esperar la ayuda de un desconocido menos si está condenado por un delito, ese fue mi error.

-¿Qué te hizo? -Musitó Ninten con pesar.

-Un día a un sujeto igual de peligroso se le perdió un poco de droga que había conseguido meter y se puso furioso, amenazó a muchos, eso sucedió en medio de un partido amistoso que el comité de directores había organizado, entonces el sujeto vuelto loco buscó entre las mudas que teníamos, pero eso apareció entre las mías, alguien las había metido. El tipejo me iba a dar la paliza de mi vida con unos cuantos más, pero Porky me defendió.

-Oh, no es tan malo...

-No, no, sí lo es, ¿quién crees tú que me puso esas porquerías entre mis cosas? Fue él, evidentemente lo hizo a proposito, me enteré por un chico llamado Abott que luego fue mi único compañero de tugurio, jeje, era un buen chico entre comillas solo que era bastante pervertido el muy guarro auque me caía bien. ¡Oh hablando de eso no le he visto voy a buscarlo para saludarlo!

Criminal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora