Propiedad De Karol Sevilla

VEINTE

La tomo entre mis brazos y la cargó hasta su cuarto, estando ahí la dejó en su cama, y la cubro con las mantas, me siento en la orilla de la cama y me sacó los zapatos y me acuesto al lado de ella, se gira un poco y rodea mi torso con su mano, la abrazo por la espalda y trato de dormir

La simple idea de que se va, me aterra, y me destroza, no se como su madre se a dado cuenta de que hemos vuelto. Podría decirse que a Marlene nunca le caí bien, Karol y yo llevamos casi un año saliendo, cuando íbamos a cumplir dos meses su madre se enteró de lo nuestro y le dijo que tendría que alejarme sino la sacaría de acá... Karol se mantuvo al margen conmigo pero nuestra relación seguía, luego de casi dos meses en esa situación, lo nuestro volvió a la normalidad, y según la madre no estábamos juntos...

Se que se la llevaría del país, y todo si no me mantenía al margen, pero Karol quería que estuviéramos juntos, dijo que su madre no iba a impedir lo nuestro, pero parece que ahora ya todo está perdido. Verla llorando sin parar hace unas horas me destrozó, segunda vez que la veo así, y no me gusta, pero tengo entendido que ya no podemos hacer nada, intento negarle lo nuestro pero la madre tiene pruebas de que ella y yo estamos juntos

Luego de una hora pensando por fin los párpados me empiezan a pesar y decido dormir.
La terrible y sonora alarma me despierta, siento a Karol moverse, abro mis ojos y al rato ella lo hace, suspira al verme y me regala una triste sonrisa

—Buen día preciosa— beso su frente y ella me besa la barbilla

—Buen día— se separa de mi y se compone el cabello para luego levantarse

—¿Estás mejor?— pregunto mientras me pongo de pie

—Creo que si, supongo— se encoge de hombros y la veo con la mirada perdida

Me acerco a ella y la estrecho entre mis brazos me rodea con sus brazos y clava sus uñas en mi espalda mientras vuelve a sollozar

—Cariño, ya tranquila— beso su cabello y ella niega

—Como quieres que este bien…— se separa mientras se sorbe la nariz— Me iré lejos y...

—Encontraremos la solución

—Mi madre es terca, maldita sea, Rugge ya nos había advertido y por pensar que era broma ahora tengo que atenerme a las consecuencias

—Karol, nos queremos por eso nos arriesgamos— se sienta en la cama y yo no le apartó la vista

—Por querernos estamos asi— su voz suena tan baja que me cuesta oírla

—¿Que?

—Rugge... No quiero irme... creo que...

—¿Que crees?— habló desesperado

—Que es mejor... dejarlo hasta aquí…

—Maldita sea, está es la mejor solución acaso Karol?— me desespero y empiezo a sentirme dolido

—Si vamos estar lejos, esto no funcionará...— murmura sin verme, y mi corazón palpita velozmente, no puedo creer lo que me está diciendo...