Epílogo.

342 42 7
                                    


NARRADOR OMNICIENTE:

Sus valijas no estaban que petaban pero sí que pesaban. Tomó lo necesario y ya luego vería qué hacer con el resto. Abrió la reja con su copia de la llave y subió los pocos escalones que daban hacia la entrada de la casa. Estaba nervioso, no sabía cómo reaccionaría él al ver qué había decidido. Y es que ni él mismo se lo creía, pero ahí estaba, valijas en mano tocando el timbre de la casa de Samuel. Esperó unos instantes y cuando abrió la puerta Samuel lo miró con los ojos muy abiertos, flipando.

Samuel no se imaginaba una posibilidad como ésta ni en un millón de años, y es que hasta tenía planeado mudarse de allí en cuanto pudiera, dejando atrás todo en Andorra, incluyéndole. Ese día, incluso sin haber dormido poco y nada, dejó listos unos videos y sacó otros de emergencia, y estaba por llamar a su padre para decirle que iría su casa por unos días hasta que se acomodara de nuevo. Pero en lugar de eso estaba mirando boquiabierto a Guillermo, parado en su puerta. Esperando.

Willy le dedicó esa mueca con sorna tan característica y se encogió de hombros, sus valijas rebotaron en sus piernas y Vegetta las notó entonces. Clavó sus ojos pardos en ellas, aún más sorprendidos si podía y volvió a mirar los pequeños ojos de Guille.

Cientos de palabras sin decirlas. Miradas que hablaban por sí solas. Y una conexión indescriptible...

Al unísono, sonrieron abiertamente.

"Fire Meet Gasoline". *( #WIGETTA )*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora