Capítulo 3

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Nota: "Zoom in to me" de Tokyo Hotel es lo que escuchaba mientras escribía este capítulo.


NARRA WILLY:

Su piel estaba caliente al tacto, como si sufriera de una fiebre terrible, y me abrumaba el hecho de que él estaba así por mí... Era arrollador, una sensación de vértigo constante...

Yo nunca me había sentido importante, sobresalía en muy pocas cosas, no es que tuviera talento para algo en específico, y por más que miles de personas me decían constantemente que era talentoso para lo que me dedicaba ahora, antes yo solía ser invisible, uno más del montón, un chico común y ordinario... Pero con Samuel todo cambió. Prácticamente me había puesto un espejo delante de mí para hacerme ver mis virtudes y mi confianza pudo salir a flote, y me di cuenta de que yo era más fuerte de lo que creía. A su lado crecí en muchos aspectos, siempre tenía una palabra de aliento, siempre estaba dispuesto a parar las balas que me disparaba esa gente llena de envidia y resentimiento, incluso si él mismo salía herido de todo aquello. No importaba qué tan mal estuviera Samuel, si estaba cabreado o depresivo...Siempre tuvo una sonrisa sincera para mí. Me brindaba su fuerza, su apoyo incondicional, sin esperar nada a cambio. Sin siquiera pensarlo. Varias veces se había llevado el chasco con algún comentario negativo y realmente hiriente, le costaba enfocarse en el público positivo porque él era muy autocrítico y cualquier cosa que hiciera mal, por mínimo que fuera, trataba de corregirlo, y a veces se frustraba. Y era en esos momentos donde me sentía como un inútil, porque yo sólo sabía ser indiferente a todo aquello. Pero como por arte de magia volvía al ruedo una y otra vez, se sacudía el polvo y volvía a levantarse y a pelear. Adoraba eso de él, le admiraba. Y aunque él y la gente creyeran que yo era el más fuerte de los dos, creo que se equivocaban. Yo evitaba esos problemas, pero él los enfrentaba, batallaba contra ellos hasta que ya no daba más, hasta ganar.

Era por eso que cuando le veía dejarse llevar por los impulsos, como en ese momento en que hizo a un lado al mundo y a los prejuicios y se hecho sobre mí en su cama, me sentía totalmente indefenso. Aquél hombre tan vasto podía borrar con un beso cualquier resistencia que yo pudiera intentar, no tenía ninguna defensa contra él. A esa muralla que yo había erguido para protegerme del mundo él la derribaba con tanta facilidad como si estuviera hecha de nada. Entraba en mi territorio y lo reclamaba como suyo con un par de caricias, con tan sólo una mirada. No podía negarme a nada que hiciera, incluso habiendo terminado nuestra relación hace un par de años él me había confesado que no quería que dejemos de vernos o de ser amigos, me consideraba una parte importante de su vida y no quería que me fuera. Como si yo pudiera alejarme de él... La sola idea de no volverle a ver me aterró, y no lo admití en su cara por orgullo, sólo le había dicho que por mí estaba bien...

Porque yo sentía exactamente lo mismo. Ya no me podía imaginar mi vida sin él en ella.

Jamás podría dejarle. ¿Cómo alejarme de alguien que con tan sólo una mirada hacía que el mundo desapareciera bajo mis pies? Sin importar el tiempo que había pasado desde la última vez que habíamos estado piel con piel, mi cuerpo reaccionaba al toque de sus manos, unas manos que podrían destrozar la puerta de la habitación de un puñetazo pero sin embargo me trataban con sumo cuidado, como si yo estuviera hecho de cristal. Su contacto descargaba pequeños toques eléctricos en todo mi cuerpo y nublaba mi juicio.

Sabía que no era lo correcto, tenía una persona esperándome en casa, pero una bruma densa me envolvía el cerebro y no estaba seguro de siquiera poder pronunciar el nombre de esa persona, o recordarlo; la mirada fija y penetrante de Samuel se encargó de eliminarlo en el instante en que nuestros cuerpos se hicieron uno solo.

"Fire Meet Gasoline". *( #WIGETTA )*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora