Alison.

Capítulo 8: Corazón roto

08--Corazón roto

-¿Qué? - gritaron mis amigas al unísono cuando les conté lo que había pasado el día anterior.

- Sí - les dije, notaba como mis mejillas se volvían rojas.

- ¡No lo puedo creer Ali! - gritó Sasha.

- Seguro fue el sexo más rápido del mundo, porque nosotras no tardamos tanto, creo - rió Becca.

- ¡Becca! - le grité riéndome yo también.

- ¿Qué? - me contestó.

- Ali, Ali, ¿qué va a pasar hoy cuando vayamos a clase? - me preguntó Sasha.

- Por suerte no va conmigo, pero, el único problema es, es.. la cafetería.

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Y tenía razón. Al entrar en la cafetería todas las miradas volteaban hacia mí. Estúpido Matthew. Seguro se lo había contado a sus amigos, y bueno, ellos a todos los demás.

- ¿Por qué me miran tanto? No es como si hubiera matado a nadie, sólo me acosté con él - les susurré a mis amigas.

- ¿E-e-es que no lo notas? - me preguntó Becca, su voz sonaba nerviosa, como si tuviera miedo de que la mate.

La miré diciéndole que no y entonces me señaló algo. Seguí el rumbo por sus dedos y lo ví. Matthew. Estaba sentado con una chica en sus piernas en una mesa. Mi corazón dio un vuelco y podía  sentir como se me partía en mil pedazos. Mis ojos se me empezaron a poner llorosos. No debía llorar, debía aguantarme. Él me había usado, había sido su jugete. Me acerqué furiosa hacia él y hice lo que nunca hubiera hecho. Le dí una cachetada.

- Eso es para que aprendas a no jugar con las mujeres - mi voz estaba quebrada, salí corriendo antes de que pudiera contestarme.

Sentí los pasos de mis amigas detrás de mí. Venían a consolarme.

- Alison, es un estúpido - me dijo Sasha.

- Todos los hombres son iguales, ahora lo entiendo. Ahora entiendo por qué mi mamá lloró tanto cuando mi padre la dejó. Es como vivir en una mentira, es una ilusión. Yo-yo pensé que Matthew era distinto pero... - antes de terminar la frase me largué a llorar desconsoladamente, no podia continuar con mi vida. Él había sido un estúpido y lo pagaría. Juro que pagaría lo que hizo, y juro que nunca más caería en un juego de hombres, desde ahora yo sería la que jugaría con ellos. Aunque sea lo único que haga. Lo juraba con mi vida. Estaba destrozada, aunque había sido poco tiempo el que habíamos estado "juntos" por decirlo de una forma. Matt pagaría. Lo que empezaba como un amor, terminaba siendo solo un juego, que sólo los varones sabían jugar.

No me arrepentía de haberle dado esa cachetada, le hubiese dado millones más, pero no quería, no quería que me echaran de la universidad por un chico, y menos uno como él.

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Perdón porque tardé mucho en escribir y porque este capítulo sea una mierda, pero cuando tenga más tiempo seguiré escribiendo. ¡Gracias por su apoyo!!!!