Capítulo 7: Sin luz

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07--Sin luz

Estaba lloviendo y no había electricidad en el apartamento. Las chicas se habían ido y yo me quedé durmiendo. Desperté y no andaba nada, estaba tirada en el sillón con la batería que le quedaba a mi celular.

De repente alguien tocó la puerta.

- Luces de emergencia!! Traigo luces de emergencia!! - era una voz masculina, me sonaba conocida.

Abrí la puerta y ví a Matthew cargando una caja con luces.

- ¿Tú? ¿Luces de emergencia? - me eché a reír.

- Si,si, tal vez así consiga un poco de plata - se avergonzó.

- Mmm, pasa.

Entró y se quedó mirando el departamento.

- Wow, les dieron uno lindo. El mío es horrible - sonrió.

Le devolví la sonrisa.

- Y..¿tus amigas no están?

- No, salieron.

- Ah.

Un trueno sonó fuertísimo y medio tembló un poco el lugar. Lo abrazé.

- ¿Qué pasa tienes miedo? - se rió.

- No,solo, es que, no lo sé fue un im- no me dejó terminar la frase. Me tiró hacia el y me besó. Cerró la puerta con el pie.

A continuación me hizo upa mientras nos besábamos y me llevó a mi cuarto. Nos tiramos en la cama y se sacó la camisa, luego, me saqué la remera. Ambos nos sacamos los pantalones y quedamos en ropa interior. Nos besamos desenfrenadamente. Sus manos pasaron por mi espalda y me desabrocharon el corpiño, me lo sacó y se quedó mirando mis tetas.

- Te deseo - me dijo.

Lo besé, no podía parar. Era tan lindo. A continuación pasé las manos por mis bragas y me las bajé. Se me quedó mirando. Agarré un paquete de condones de mi mesa de luz y se los dí. Los abrió desesperado y se bajó los boxers. Su pene era enorme. Se colocó el latex y entonces lo besé de nuevo. Me metí su pene en mi boca, estaba alucinando. Era tan grande, tan lindo. Chupó mis tetas y luego me penetró una y otra vez. 

Me hizo upa y me levantó. Me abrí de piernas y me penetró nuevamente. Yo ya había perdido mi virginidad una vez en la secundaria pero esa había sido mi primera y última hasta ahora. Y debo decir, que me encantaba.

Después de un largo rato haciendo el amor nos tiramos en la cama, desnudos, cansados, y nos echamos a dormir.

Desperté dos horas después, él seguía durmiendo. Su pene me pinchaba pero me gustaba tanto que no me moví. Me quedé allí, hasta que me aburrí y lo desperté con un beso. Abrió los ojos.

Ya había vuelto la luz. Nos cambiamos y él se fue, mis amigas estaban por llegar. Le guiñé el ojo.

- Me encantaría hacerlo de nuevo.

- A mi igual, mira Alison, lo he hecho con cientos de chicas, pero ninguna como tú - nos besamos y cerré la puerta. Sus palabras resonaban en mi cabeza ninguna como tú.

Alison.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora