Oиє ѕнοτ'ѕ τουκєи

あなたと私だけ (Anata to watashidake)

Su cuerpo se siente ligeramente dolorido cuando frota las manchas en el costado de su cuello hasta su hombro. Kaneki estira los brazos, recoge la ropa esparcida en el suelo y la cuelga en la silla antes de dirigirse al baño. Se dio una ducha fría y se puso un nuevo par de camisa y pantalones.

Su apartamento no es muy grande en comparación con ella, pero parece que Touka le gusta más su lugar que su propia casa. En realidad, no es muy aficionado a la vida en una casa grande, con poca gente viviendo en ella. Solo te hará sentir más solo, y esa es probablemente la razón por la que ambos siempre terminan durmiendo en la misma cama. No siempre se trata de sexo, a veces solo querían compañía y él no tiene ninguna razón para rechazarla.

Le preparó una de sus mezclas favoritas de café, se sirvió una taza y dejó el resto sobre la encimera. Hace su camino de regreso a su habitación, bebiendo su café de la mañana mientras lee algunos papeles en el camino. Se sienta al borde de su cama, colocando la taza medio vacía en la mesita de noche. Otro secuestro ocurrió hace unas semanas, y todavía no tiene ninguna pista para el caso. Su superior ya lo estaba presionando para que se diera prisa y encontrara una pista que pudiera resolver el misterio.

Ha estado trabajando en el caso durante tres años, y es frustrante cuando siempre está un paso atrás. El secuestro es realmente un gran problema para todos en el departamento, una red de traficantes que se llevó a la mujer joven lejos de su familia para venderla en el país. Una vez que salen de la frontera, es imposible volver a encontrarlos. No saber quién es su secuestrador o la organización es una cosa, no conocer el objetivo es otra cosa. La única pista a la que se han aferrado es que sus víctimas son una mujer trabajadora, alguien con una carrera sólida, que han trabajado durante años, y nadie en el departamento podría adivinar quién será el próximo. Los tomaron al azar, a la luz del día, con poca ayuda para salvarlos.

Kaneki siente un ligero cambio detrás de él, antes de que unas manos se envuelvan firmemente alrededor de su cuello. Él puede sentir su cuerpo presionando contra su espalda, y sabe que ella está desnuda. Ella presionó su rostro en el hueco de su cuello, "Oye, te duchaste sin mí", dice, bromeando.

"No quería despertarte". Solía ​​despertarse solo a la mañana siguiente, y aprovechó todas las oportunidades para lograr que se quedara un poco más. Se dio cuenta de que Touka parece tener más cuidado cuando están solos, como si estuviera escondiéndose o forzándose a sí misma a no mirarlo directamente. No hay ataduras pero sería una mentira si él dijera que no sintió nada.

Touka es hermosa.

"¿Es ese un caso nuevo?"

"No. El secuestro que ocurrió hace dos semanas ".

"No tenía nada para ti si estás hablando de ese caso". Suspira, "pero todas esas mujeres pobres, no me puedo imaginar lo que están pasando".

Touka es una famosa periodista delictiva, y ella es una de sus inteligencias que le envía información que lo ayuda con su caso, a cambio le dará buenas historias o noticias para poner en el periódico. El sexo llega mucho más tarde, y la primera vez ocurrió por accidente cuando ambos estaban demasiado borrachos, bebiendo su decepción y frustrando toda la noche. Ahí es cuando se dan cuenta, se necesitan mutuamente para mantener al otro cuerdo.

Kaneki cierra los archivos, sabiendo que mirarlo no le hará justicia. Él se vuelve hacia ella, "Hay café en la cocina si quieres algo".

"Gracias." -Y ella lo jala por un beso abrasador, y siempre lo debilita hasta ponerse de rodillas. No pudo evitar sonrojarse en sus mejillas, y ella se rió, "Eres tan débil cuando no estás en la cama".

"T-touka-chan".

Estar tan cerca de ella a veces lo pone nervioso, y a Touka le encanta burlarse de él por eso. Touka desenrolla sus manos, todavía riéndose de su cara, antes de saltar de la cama. Arrastra las sábanas con ella hasta el baño, dejándolo algo necesitado al verla desnudarse. Suspira, no tiene esperanza .

Touka gira el grifo, dejando que el agua tibia caiga sobre su piel. No pudo lavarse demasiado cuando la puerta se abrió por detrás. Ella lo vio desnudarse detrás del vidrio de la ducha, antes de abrirlo de golpe y entrar. Ella lo mira, arqueando una de sus cejas, "¿Qué estás haciendo aquí?"

Él la atrae más cerca de él, ahuecando su rostro y tomando sus labios. Touka sonríe contra sus labios, es un buen besador y lo besa más fuerte, magullando sus labios con los suyos. Él suspira, besando a un lado de su cuello, mordiendo un poco antes de girarla, presionando su cuerpo contra el vidrio.

"Una segunda ducha no hará daño a nadie", dice.

Por supuesto que no, pero su respiración pesada termina empañando el vidrio claro.

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