Oиє ѕнοτ'ѕ τουκєи

A través de los ojos de una niña

AVANCE:

Era evidente en la forma en que se miraban tiernamente con cada mirada, con cada mirada, con cada oportunidad en la que podían intercambiar miradas. A menudo veía cómo su papá se ablandaba cada vez que miraba a mamá, o cómo su madre se volvía inmediatamente cuando escuchaba la voz de su padre.

"Si pudiera darte una cosa en la vida, te daría la posibilidad de verte a través de mis ojos, solo entonces te darías cuenta de lo especial que eres para mí".

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A menudo se preguntaba qué era el amor en realidad. ¿Fue un sentimiento? ¿Fue una acción? ¿O solo eran palabras habladas que uno podría leer?

Por otra parte, ella pensó que lo veía en todas partes.

Lo veía de la forma en que corría excitadamente a su habitación durante las madrugadas, abriendo la puerta en silencio solo para descubrir que su madre todavía estaba dormida. Papá sonreiría tiernamente mientras la metía dentro para asegurarse de que mamá estuviera cómoda antes de que él la mirara y le guiñara el ojo mientras se llevaba un dedo a los labios.

"Mamá tuvo una noche difícil porque tu hermano está siendo quisquilloso", le decía, su mirada volviendo a su serenidad. Tenía círculos oscuros bajo sus ojos y su cara parecía cansada, pero él le sonreía mientras ella alborotaba su cabello. "Vamos a la cocina".

Inmediatamente se animó y asintió mientras su papá tomaba su mano, listo para comenzar el día.

"¿Qué quieres desayunar?", Le preguntaba papá, y ella miraba hacia el techo y pensaba, con sus pequeñas patas sosteniéndole la barbilla mientras pensaba qué querría comer.

La pequeña sonreía emocionada mientras pensaba en su comida favorita, "¡Quiero ... panqueques y manzanas de conejito!"

"Lo acabas de pasar ayer", dijo Ken sudando, riéndose.

"Pero lo quiero de nuevo", ella miraba fijamente a su papá, grandes ojos brillantes pidiéndole que considerara.

"Está bien, pero mañana tendremos un desayuno diferente".

"¡Trato!", Susurraba entusiasmada, trotando a lo largo del paso de papá mientras se dirigían a la cocina.

Desde allí, ella miraría mientras su papá preparaba el café favorito de mamá, el aroma de los frijoles colgando deliciosamente en sus fosas nasales. Todos los días, presenciaba el mismo escenario: su papá le hacía café a su mamá, y mientras el agua hervía, él cocinaba panqueques con ella.

Ella ayudaría, sus pequeñas y sucias manos mezclando la pasta mientras Ken ponía huevos en el cuenco. A veces, él le guiaba la mano y ella le sonreía con orgullo. Y luego, papá la cargaba con una mano mientras cocinaba sus panqueques, ambos tarareando diferentes melodías y rimas infantiles.

"Muy bien, amor, por favor pon esto en la mesa mientras preparo la comida de mamá", le diría él, una vez que terminaran. Y asentía apresurada y preparaba su pequeña mesa de comedor, desde preparar los utensilios y platos hasta colocar la pila de panqueques en el medio. Ella había corrido para conseguir las tazas favoritas de mamá y papá después, ya que ella puso el suyo junto a su plato.

Y allí era donde ella lo observaría, cómo su papá trataría de probar el café de mamá para asegurarse de que sabía bien, su rostro se iluminó cuando lo preparó de la manera que a ella le gustaba. Ichika - chan le ofrecía su taza y él sonreía y le daba las gracias, vertía el café caliente en ambas tazas y las colocaba sobre la mesa del comedor.

Su Mamá bajaba mientras preparaban bocaditos de manzana en forma de conejito, su cara todavía aturdida por el sueño mientras se sentaba a la mesa. Papá la saludaría de inmediato con un beso matutino y ella haría lo mismo: un beso en las mejillas para felicitar el beso de Papá en su frente.