Capítulo 22

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NATASHA ROGERS
Tengo a Chase entre mis brazos, es tan lindo. Es muy blanco de piel, bueno, es que es ruso, igual que yo. No quiero saber porque lo dieron en adopción, es un niño muy bueno, no llora ni se queja por nada, no entiendo porque no querrían a un niño así. Se comporta igual a Mya cuando era un bebé, tranquila y sin llorar. Mi pequeña ahora mismo se está acercando a mí con rapidez para ver Chase pero Steve la coge en brazos frenándola.

-Cariño, es muy pequeño, no lo puedes asustar.-le dice su padre acariciando la mejilla de su pequeña.

-Espera, dámela.-dice mi padre cogiendo a Mya de mis brazos.

Peter está sentado a mi lado y Pepper al otro.

Mi padre y ella han estado la última semana allí arreglando los papeles para poder traerlo a USA sin problemas.

Les entregaron a Chase hace 4 días y sé que a mi padre le está costando esto de no dormir, se le nota. No es que no duerman porque el pequeño llore, no duermen porque les da miedo que deje de respirar, que se gire y se haga daño o cosas por el estilo. Peter, Steve y yo también éramos así, no dormíamos con tal de vigilar a Mya cada segundo.

Mi padre se arrodilla frente a nosotros y le enseña a Mya a su tío. Peter tiene razón esto es muy raro, el tío de ellos 2 es más pequeño que ellos mismos.

-Mira Mya, él es Chase, mi segundo hijo y tu tío.-le explica mi padre.-Así serán tus hermanitos cuando nazcan, así que... ¿nos ayudarás a Pepper, a Peter y a mí a cuidarlo y así tu hermano y tú aprendéis a hacerlo antes de que nazcan James y Harry?-pregunta él alzando sus cejas.

Inmediatamente, mi pequeña asiente con la cabeza con rapidez y una gran sonrisa. Tony sonríe y besa su mejilla.

-¿Peter, quieres coger a Chase?-pregunta Pepper sonriente.

Él asiente con fervor y pongo al pequeño con mucho cuidado en sus brazos. Él ya tiene experiencia así que lo coge a la perfección y lo acuna en sus brazos.

Me levanto del sofá para que Pepper y Tony puedan sentarse más cerca de su pequeño.
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(6 semanas después...)
No es posible, no puede ser. Leo varias veces el mensaje.

"Lo siento, ha escapado."
Nick Fury

Steve está más nervioso que nunca. Anda de un lado a otro con firmeza y enfado. Peter está convencido de que los Vengadores juntos pueden contra él, bueno, sin contar conmigo, pero no quieren dejarme sola tampoco.

Estoy con el resto de Vengadores en el piso de Stark. Pepper se ha ido con Mya y Chase a otro sitio más seguro pero yo me quedo aquí porque me da un poco de miedo que si me iba con Pepper pudieran localizarlos y les hicieran daño.

Por eso prefiero quedarme aquí, tengo armas para defenderme y si no tengo a todos los Vengadores listos para pelear.

-Todo va a estar bien...-digo tratando de calmar a mi alterado marido.

-No, no puedo dejar que os pase algo a los pequeños o a ti...-niega él nervioso.-Tendría que haberlo matado.-añade ahora sentándose en el sillón y pasando las manos por su cara.-Lo siento, Nat, lo siento mucho.-termina mirándome triste.

Me levanto del sillón y lo abrazo.

-No lo sientas, no es tu culpa.-digo besando sus labios. Él me corresponde el abrazo.

Nosotros 2 estamos en el salón mientras que los demás están en la sala de reuniones creando un plan para atacar y otro para defendernos en el caso de que venga. Damos por asegurado que no vendrá solo. Supongo que tendrá un ejército completo controlado como lo hicieron Sharon y Elena.

-Sí que lo es, ahora mismo deberías estar tranquila. La presión es lo peor para una embarazada y eso es lo que estoy consiguiendo por no haberlo matado.-responde Steve cogiéndome por la cintura y sentándome en sus piernas.

-Cielo, mi peso es demasiado como para que lo aguanten tus piernas.-digo creando una pequeña carcajada acompañando con negaciones con la cabeza.

-No pesas casi nada.-dice él causando que lo mire con las cejas alzadas.

-No, cariño, solo llevo 6 kilos en mi útero más lo que haya engordado con el embarazo, eso no es casi nada de peso...-respondo con sarcasmo. Él ríe y besa mis labios.

-Ya están a punto de nacer...-dice acariciando mi barrigón. Esta barriga es enorme, miro a las demás embarazadas y no tienen tanta como yo. Vale que yo llevo gemelos, pero no me esperaba tanta.

Ahí oímos una ventana romperse y una bola entra. Echa humo y al instante sabemos que es, pero ya no podemos movernos, caemos al suelo inconscientes sin poder remediarlo.

El Día Perfecto (Romanogers 2) #TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora