La historia de una "villana"

Septima Parte

Aparezco en un lugar sacado de un cuento de hadas. Es demasiado hermoso para ser real, esta lleno de naturaleza y no hay señales de la civilización humana.

-Alexa!!! - Estela aparece en mi campo de visión - no entiendo nada, pero gracias, hubo un momento en que todo era dolor y luego todo se volvió blanco, con pequeñas explosiones, fue MUY loco, por un momento creí que estaba muerta, pero hubo algo que me hizo ver lo que había pasado, no sabia que tenias magia, es genial, ¿como es que nadie se había dado cuenta?.

Estela empezó un bombardeo de preguntas y un segundo después me abrazo, parecía como si no quisiera soltarme, le correspondí el abrazo y duramos así varios minutos.

-Creí que no te volvería a ver, ese momento sigue en mi cabeza, fue horrible.
-Perdóname, creí que no había otra opción, no quería decirte lo que iba a suceder. No pensemos más en eso.
Oh ven tu madre esta un poco nerviosa y no sabe que esta pasando, tal vez verte le ayude.
-Bien, vamos.

Dimos una vuelta y encontramos a varias personas, entre ellas a mi madre.

-¿Alexandra? Alexandra, explícame que acaba de pasar, ¿Tienes magia? ¿Donde estamos? - mamá se acerco corriendo y freno de golpe frente a mi, hace mucho que no me abraza, la última vez que lo hizo tenía 6 años, antes lo hacia mucho, aunque peleara siempre con papá, siempre era muy cariñosa conmigo.
-Pues... Si, tengo magia, desde siempre, pero a los 10 años incremento a un nivel un poco alarmante y estamos en el lugar más seguro, aunque no se si seguimos en la tierra.
La cara de mi madre se puso muy pálida.
-¿Q-qué?
-Es que no se cual es el rango de alcanze de mi poder y pues pensé en el lugar más seguro, así que...
-Se supone que la tenias que calmar, sucedió todo lo contrario.
-No tengo tacto para dar noticias.
-Ja, si, ya lo note - la cara de Estela cambia y me toma del brazo - mira, deja te enseño todo el lugar, ven, ven, párate aquí y mira arriba.
-Wow.
-Si, ¿verdad?

Había árboles, demasiado altos y delgados para ver donde terminan, y parecían suficientemente fuertes para sostener pequeñas casitas, porque eso es lo que había, casas en algunas ramas de los árboles.
-Vamos, deja te enseño a los que nos ayudaron.

Nos dirigimos hacia uno de los árboles, este parecía irradiar luz propia, y subimos por una escalera hecha de cuerda, al llegar a la primera casa vimos a una criatura, muy parecida a nosotros, era alta y larga como los árboles, y tenia unos tatuajes morados que brillaban, habia otro acostado, pero no todos sus tatuajes brillaban, había unos que se veían incluso más oscuros, ambos me dedicaron una mirada cálida que me hizo sentirme renovada, en paz pero alerta, seguimos subiendo hasta llegar a otra casa donde había dos de ellos, pero uno era más pequeño, parecía un niño, estaba sentado en el suelo frente a unas hojas y un bol de agua.

-Lecelte, Tansy disculpen la interrupción.
-No hay problema, - dijo Lecelte, el mayor - ¿es tu amiga?
-Si, ella es Alexandra, nos trajo aquí, morí y ella me revivió.
-Si, ven - me senté frente a él - dame tus manos. - al tocarme sus tatuajes brillaron - Anieli, Imet te eligió como su siguiente. Imet es el equilibrio de todos, y tu también lo seras, pero todavía no, necesitas aprender a controlar todo el poder que tienes.

Lecelte me enseño la vida de Imet, fue muy extraño, pero me empecé a sentir nerviosa.

-¿Y si no puedo? ¿Qué tal si no tengo el poder? ¿o hago algo mal?
-No te preocupes, si no quieres el poder, puedes devolverlo, y elegir a alguien más. Todo va a estar bien, si tu estas bien.
-Okey. Disculpa, ¿puedo preguntar quienes son?
-Somos los Melancton, la especie más sabia de Likaios o la Tierra como ustedes la llaman, somos sucesores de la orden de Issy, el primero, mucho antes de Imet. Si quieres saber algo más pregunta a quien quieras, pero te recomiendo pasar un poco de tiempo con tu amiga, has de tener el cerebro revuelto de tanta información.
-Si gracias.

Me retire de ahí con Estela y ambas recorrimos todo el lugar. Con mucho gusto me quedaría a vivir aquí.