La historia de una "villana"

Sexta Parte

*Narrador omnisciente*

Después de salir del estadio, la gente esta un poco confusa debido a que no recuerdan el rostro de la que le hizo frente a la muchacha presa. Había varias personas que estaban de lado de la muchacha presa, pero no decían nada por miedo a que los tacharán como delincuentes, el príncipe era uno de ellos, pero si quería tener el apoyo de la clase media ahora que se volvería rey, tenia que mantenerse lo más neutro posible.

En el castillo iniciaron los preparativos para casar al príncipe y hacer su coronación.

Hicieron una fiesta, donde aparecio una dama increíblemente hermosa, refinada y muy elegante.

Ella y el príncipe hablaron durante horas, incluso fueron a los jardines para tener más privacidad, conectaron perfectamente, la mirada del principe se perdio en ella, y ella tenia una gran sonrisa cuando lo veía a él.
La muchacha se tuvo que ir, pero no sin antes quedar con él príncipe para cenar al día siguiente.

-Todo esta saliendo muy bien. Pronto seré la nueva reina y todos van a estar bajo mi poder - dijo la muchacha cuando por fin estuvo sola en su cuarto, sus padres tenían un título, eran los duques de un pueblo vecino - voy a recibir lo que merezco y no voy a tener que volver al pueblucho ese.

En ese momento suena la puerta.

-Pasen - su molestia se ocultó perfectamente con el tono encantador que usó.
-Disculpe señorita - dijo la trabajadora haciendo una reverencia - su padre la llama, dice que es urgente.
-Gracias, voy enseguida.

Al llegar a la oficina de su padre, la muchacha cambia su mueca a una de desagrado.

-Sandra no pongas esa cara, estoy muy orgulloso, vamos dame un abrazo, quiero felicitar a la futura reina - su padre hizo una mueca que ocultaba locura.
-Gracias, papá. Siempre has sido un gran aliado - dijo reflejando verdadera felicidad, pero después cambio un poco - mamá va a estar loca cuando se entere, que bueno que se fue a ese viaje.
-O vamos, tu madre te ama.
-Si lo se, pero... no se, a veces siento que no esta orgullosa.
-Con esto ¿como no va a estar orgullosa?
-Cierto, tienes razón. Bueno, buenas noches papá, necesito descansar un poco.
-Descansa, te quiero.

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-Es un lugar muy bonito - Sandra parecía un poco tímida, y el príncipe quedaba atrapado en su mirada, parecían 2 jóvenes enamorados, pero Sandra solo deseaba el trono, y Mario estaba atrapado en un hechizo, por lo que no todo es lo que parece.
+Si, me agrada.
-¿Que vas a pedir?, Creo que yo voy a querer esto - dijo señalando uno de los platillos más deliciosos.
+Mm, que rico, pero yo creó que voy a pedir... esto - el príncipe come carne, pero solo la necesario, ama a los animales, pero su padre siempre lo obligaba a matarlos, y si fallaba tenía un gran castigó.
-¿Vegetariano?
+Solo lo necesario.
-Así que... ¿te gustan los animales?
+Los amo. Aunque mi padre siempre me obligaba matarlos.
-Que mal. A mi solo me gustan los conejos y los gatos.
+Amo los conejos, son muy adorables.
-¿Verdad? Sus saltitos!!!
+Sus saltitos!!! -dijeron al mismo tiempo, y después se echaron a reír.

Es cierto que el príncipe estaba bajo un hechizo, pero al compartir gustos similares Sandra quiso conocerlo más y tal vez ser amigos.
Mientras que él príncipe no estaba en tanto duelo como al principio, al parecer, empezaba a enamorarse de verdad.