CAPÍTULO XI: Crisis Alfa

360 38 9
                                    


Después de haberse tranquilizado un poco con lo de su jefe, Wakamatsu logró terminar de leer la mitad del documento para el final de la jornada. Ese día no le tocaba Universidad, así que se quedó más horas para poder adelantar lo que le habían pedido.

Pero para cuando reaccionó, eran ya las 9:45 pm.

—¡Maldición! —exclamó poniéndose de pie lo más rápido que pudo. Colocándose su saco gris y tomando su maletín para salir de ahí y llegar antes de que cerraran la pastelería. Sabía que, si no era ese día, entonces ya jamás se animaría a hacer esa estupidez de invitar a una cita al Omega.

De hecho, los nervios le carcomían entero. Con Furi no lo había pensado mucho y de hecho fue más el susto que otra cosa. Pero para invitar a Sakurai, sentía que el corazón galopaba solito y ansioso en contra de su voluntad. Y para su sorpresa, no fue nada nuevo.

Al arrancar su carro y llegara la pastelería en tiempo récord, se sorprendió al verse en la misma situación de cuando conoció los ojos más bonitos que hubiera visto jamás: Sakurai estaba cerrando y ya todo estaba a oscuras.

Apretó el volante una vez para salir de su automóvil.

Así que cuando llegó a su lado, le tocó el hombro sin decir nada— ¡Dios! —gritó asustado de nueva cuenta el Omega. Se cubrió con la mochila que llevaba— ¡Llévese todo lo que tengo!

Kosuke se quedó un rato en silencio, procesando lo que acababa de pasar. Hasta que finalmente decidió hablar— Sakurai... —dijo apenado—, no voy a robarte.

El castaño se asomó todavía sin creerse eso, pero cuando vio que no era nadie más que Wakamatsu, soltó un suspiro de alivio— Lo siento, es que llegó de espaldas y de la nada me tocó, sin llamarme ni nada. Perdón, es solo que...

—Lo entiendo —interrumpió—, fue mi culpa. Una disculpa por eso —dijo apenado por haberle causado semejante susto al Omega. Tomó nota: anunciarse antes de llegar en la oscuridad a tocarle el hombro.

—¿Gusta algo de la tienda? —preguntó sonriendo Ryo.

—N-No, yo... a decir verdad, vine aquí para invitarte... a cenar —apretó sus puños, esperando la respuesta del otro.

A Sakurai casi se le cayó la boca de la sorpresa, se puso algo nervioso y se sonrojó de igual manera— Yo...

—Me encargaré de llevarte a tu casa, así que por la hora no te preocupes —insistió lo más tranquilo que se permitió.

—¿A-A dónde quiere ir?

—Hay un restaurante muy bueno a unos diez minutos, lo importante es que quiero cenar contigo, Sakurai —le sonrió galante antes de ofrecerle la mano para llevarlo a su carro.

El omega lo dudó un poco antes de tomar su mano— Por favor, me gustaría llamar a mis padres, no quiero que se asusten.

—Por supuesto —y rápido como rayo encontró un teléfono público para que desde ahí llamara el Omega, el cual tardó un poco, ya que convencer a sus padres si podía ir a una cena con un ALFA de rango I era una noticia muy... sorpresiva y difícil de digerir.

Incluso escuchó algunos gritos y exclamaciones como «¡Pero que no te toque!» «¡Te mantienes a un metro de él!», entre otras.

Aunque bueno, eso quería decir que le habían dicho que sí, así que no se quejaba.

—Perdón la demora, mis papás estaban algo preocupados —dijo al llegar a su lado, aunque Wakamatsu se había mantenido lo suficientemente cerca para cuidarle y lo necesariamente lejos para darle privacidad a la llamada.

Medios Tonos (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora