Hermoso pájaro de verano → jenlisa

Vigésima parte

Lisa y Jennie acordaron seguir como siempre, pero sencillamente no serían tan tímidas la una con la otra, sólo para ver cómo evolucionaban juntas. Lisa aún estaba hecho un lío, especialmente porque le gustaba demasiado estar con Jennie.

Sehun vino a verle entrenar ese día. Jennie lo supo enseguida y se apartó, por supuesto. Eso a Lisa le hizo sentir mal por ambas partes.

Cuando vio a Sehun en esa bonita camisa y con esa sonrisa tan agradable, no pudo evitarlo y le dio un beso en mitad del muelle.

Jennie no estaba ahí para presenciarlo, por supuesto. Se había entretenido hablando con Jisoo y se desconectó por completo.

— ¿Y bien? ¿Cómo vas con Jennie?

—Jisoo, por favor —Jennie gimió, sonrojándose.

— ¿Han hablado?

Suspiró y miró su bebida, justo después enfrentó la mirada café de Jisoo y esbozó una pequeña sonrisa.

—Tenías razón.

—Te lo dije —Jisoo le apuntó con el tenedor y se metió un trozo de su tortita dentro de la boca. Justo después le puso más sirope y sonrió—. Esto está buenísimo.

—Lo sé, lo desayuno casi todas las mañanas.

— ¿Vienes aquí a desayunar?

Jennie rio y negó la cabeza.

—Mi madre es la cocinera.

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—Te he echado mucho de menos —murmuró Sehun mientras sostenía a Lisa en sus brazos—. ¿Cómo estás? ¿Han quedado mucho tú y Jennie?

—Yo también te he echado de menos —besó la sien de su chico y asintió—. Sí, Jennie y yo somos mejores amigas, se podría decir.

«¿Mejores amigas? Tonterías. Los mejores amigas no hacen todo lo que hacemos nosotras, eso desde luego».

—Se nota —Sehun se alejó de ella—. ¿Y a Sungkyung? ¿Le has visto? ¿Han quedado las tres juntas?

Lisa parpadeó. Era cierto. Ni tan siquiera había visto a Sungkyung estos últimos días, al menos no en el contexto de salir con ella. Pensó que podía invitar a Jennie y a Sungkyung a cenar, algo así como una noche de chicas, pero incluso dentro de ella se sentía incómoda al pensar en eso. ¿Y si Sungkyung se daba cuenta de que no podía quitarle los ojos de encima a Jennie? ¿Qué iba a pensar?

—En realidad no. Jennie no ha estado muy bien estos días así que he estado cuidando un poco de ella —dijo, sin querer entrar en detalles—. Problemas familiares.

Sehun asintió y acarició su mejilla.

—Eres tan buena, Liz. Muchas veces creo que no te merezco.

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Jennie veía de reojo a Lisa y a Sehun, y dentro de ella se moría de los celos. No lo podía aguantar, ni tan siquiera ocultar, pero era así. Jisoo se dio cuenta de eso y volvió a admirar su perspicacia. Eso le hizo pensar a Jennie que debía reprimir un poco sus sentimientos hacia Lisa de cara al público para no provocar nuevos cotilleos entre la gente del puerto.

— ¿Y tú crees que te ayudará esta situación o acabarás hecho polvo?

—Quiero pensar que me ayudará —contestó Jennie.

—Yo también quiero pensarlo de esa manera —Jisoo miró por la ventana—. ¿Qué hay de esa chica? ¿Sungkyung?

La cara de Jennie empalideció.