llévame contigo - larry

17. cuando muera

...

Contar lo que Louis discutió con Gemma no sería muy interesante para ustedes. O tal vez sí. Pero no lo vamos a mencionar por el momento. Y quizá no entremos en detalles nunca. Sólo voy a decirles una cosa: Louis fue un ángel al haber dicho aquello. Y digo ángel porque salvó la navidad en casa de los Styles. Pero mencionar que salvó la navidad es adelantarme unas pocas páginas de esta historia, así que volvamos a empezar.

...

Louis y Harry continuaron su vida como lo hacían hasta el momento. O bueno, algo parecido.

El rizado ya no tuvo más permisos para seguir durmiendo en casa de su novio. " -¿Qué va a pensar su madre, Harry? Aquí debes quedarte." Eso era lo que su madre repetía cada vez que se acercaba a preguntar si podía pasar la noche en casa de los Tomlinson.

...

Louis asistió al médico un par de veces en los últimos tres días que habían transcurrido. Lo último que había preguntado fue: " -¿puedo viajar en avión?". El doctor no encontró problemas.

Muy alegre el ojiazul le contó a Carmela que tenía la esperanza de viajar a Venecia antes de morir.

-Pensaba que ése sueño no iba a la larga.

-¡Claro que lo iba! -decía con una sonrisa. Nunca deseó tanto algo como esto. -¿Qué más iba a ser si no?

Y Carmela callaba.

-Bien Louis, tengo trabajo. -se despedía como siempre. -Suerte en conseguir ése viaje. -entonces lo abrazaba y Louis daba un beso a su frente.

Louis siempre tan adorable.

Se sentó en la sala de espera como lo hacía no comúnmente. Aunque ahora sí. Pero sólo era porque había conseguido un libro que lo tenía atrapado completamente. El título de éste era Esto no es justo. ¿De qué trataba? Cáncer.

"De todas formas, ¿por qué tiene que morirse la gente?"

Leyó.

En verdad que ése libro le gustaba. Era asombroso. Dos días fueron suficientes para estar al borde de terminarlo.

-Boo, ¿nos vamos? -Era su madre que había llegado hacía unos minutos.

-Claro. -se puso de pie y una vez que abordaron el auto continuó leyendo.

"Nunca había asistido a un funeral, así que no sabía que esperar. Imaginaba que habría gente llorando y que todo el mundo vestiría de negro. A Félix le habría gustado eso. Le gustaba el negro."

Detuvo su lectura.

-Mamá. -Jay no apartó la mirada del camino, sin embargo puso toda su atención en su hijo.

-Dime, cariño. -Louis suspiró.

-¿Vas a vestir de negro en mi funeral? -le miraba a la cara mientras ella conducía. Jay sintió su cuerpo entremecerse. No hubo respuesta. -¿Vas a llorar?

Silencio.

-¿Puedo pedirte algo? -su madre asintió lentamente. -Viste azul. Un azul parecido a mis ojos. -La madre desvió brevemente la vista hacia su hijo. -Y tienes permitido llorar. -Louis miró hacia la ventana. -Pero no demasiado. -sonrió con la mirada fija en la nada. -Porque soy feliz. Y quiero que así me recuerdes. ¿De acuerdo?

Estacionó el auto en la entrada de su casa.

-De acuerdo. -dijo con un hilo de voz.

Ambos bajaron del auto.