llévame contigo - larry

12. mundo pequeño

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El cabello de Louis comenzó a caerse una semana antes de concluir la quimioterapia. Se sentía realmente acabado y sin fuerzas, como normalmente durante el último mes. Para ocultar el defecto llevaba en la cabeza un beanie gris todos los días sin excepción. Y a pesar de que el rizado había insistido en que continuaba luciendo guapo, él siempre respondía de la misma manera. "-Eso lo dices tú porque tienes unos hermosos rizos adornando tu cabeza. No tienes idea de cómo se siente."

Y bien, este había sido el último día en el que le inyectarían aquél veneno que los doctores juraban lo curaría, pero que él en realidad sabía solo le daría unos días más. Había pasado repentinamente a etapa cuatro y eso sólo significaba una cosa. Como todos dicen "es la etapa final". El cáncer le había avanzado y estaba atacando las aéreas más remotas del cuerpo y órganos lejanos al punto de origen. Muchas personas viven en etapa cuatro durante muchos años, y podría ser el caso de Louis. De igual manera, las quimioterapias ayudaban, o eso se suponía, la verdad es que solo causaban el mismo efecto en él:

Nada.

Su rutina diaria era básicamente la misma a lo largo de las semanas: vómitos, hemorragias nasales, sentirse mal, dormir mucho, y ver a Harry.

La peor parte de estar en cuarta etapa es el momento de esperar, porque hay dos opciones existentes: La primera era esperar a que el tratamiento hiciera efecto en su cuerpo, detuviera el avance del cáncer; y se curara. Jay y Harry estaban aferrados a esta. La segunda era simplemente renunciar al tratamiento, y esperar a que el cáncer abarcara lugar hasta detener los latidos de su corazón, ¿y pueden adivinar quién estaba a favor de esta?

Desafortunadamente para Louis, no pasaría. Pues él quería darle lo mejor a su madre, e incluso a Harry. Y si lo que ellos pensaban que era correcto era seguir luchando, entonces eso haría.

Mientras pudiera.

...

Hacía unas semanas al rizado le había llegado la noticia a través de Niall sobre la milagrosa cura de Liam. Unos días después Louis se lo confirmó diciendo "-Desearía poder tomar el lugar de Liam. Está libre finalmente, ¿puedes creerlo? Yo no del todo. Fue valiente". Había sentido su corazón hacerse pequeño dentro del pecho, su pobre Louis realmente se estaba poniendo cansado.

Se habían reunido en el hermoso restaurante mexicano en el que Zayn trabajaba para celebrar. Harry había ofrecido una invitación a Niall, y él habría aceptado con gusto, pero resultó que el joven irlandés había comenzado a perder la memoria de manera repentina. O eso le había platicado la última vez que lo vio consiente. Y le había pasado el día en que habían acordado verse para que se lo presentara a sus nuevos amigos. Todo esto era debido a que el tumor en la cabeza se estaba extendiendo. Algunas veces tomaba la quimioterapia, como Louis, pero él sí que las evitaba. "-No quiero que mi cabello se caiga a lo largo de las semanas. Al final es el último detalle que me gusta de mí mismo." Le ponía repetidas veces como excusa. Y Harry no entendía por qué la gente se preocupaba tanto por su cabello. Y es que con esto se refería específicamente a Niall y Louis. Harry le repetía a ambos que seguirían teniendo el mismo encanto. Pero Niall respondía de igual manera. "-Tengo los dientes torcidos, ¿te imaginas mi cabeza pelona? Sin los mechones rubios la gente se fijaría más en los dientes, y no, gracias." Harry reía al escuchar una respuesta tan estúpida, pero aún así lo quería.

...

Jay le dijo que la mejor manera para que Louis superara su drama del cabello sería rapando lo poco que quedaba de cabello con la máquina que tenían en el baño. Y Louis la odió mucho por eso.

- ¿Por qué quieres hacerme esto? -luchaba porque las lágrimas no asomaran por sus ojos demostrando toda la debilidad que estaba sintiendo.

-Cariño, de todas formas tu cabello ya empezó a caerse. -suspiró con pesadez. Odiaba ver a Louis sufriendo.