La verdad

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Aquello no fue un accidente, ante las autoridades, la prensa y la gente en general, se cerró el caso días después como tal, supuestamente hubo un cortocircuito y se incendió el barco mientras dormían.

Una mierda, hacia años que sabíamos a lo que se dedicaban nuestros padres, la empresa era una tapadera, eran traficantes y ahora nosotros tres nos tendríamos que hacer cargo, pese a que no era lo que queríamos.

El día que Rafa, María y yo descubrimos todo, teníamos 15 años. Aquello fue un golpe duro.
Como cada lunes nos reuníamos en mi casa las tres familias. Siempre tratábamos de escuchar lo que hablaban en el despacho de mi padre, pero siempre aparecía Luis, y nos teníamos que ir.
Aquella noche, el no estaba, y detrás de la puerta oímos todo, María perdió el equilibrio y caímos los tres al suelo para sorpresa de nuestros padres.
No les quedo otra que explicarnos todo.
Yo fui el primero en hablar, pero por las caras de Rafa y María fui el portavoz de los tres, "yo no quiero saber nada más de vuestras historias, me da asco todo el asunto".
María lloraba agarrada a Rafa mientras nos girábamos para salir de aquella habitación.

Ahora tendríamos que lidiar con todo, la muerte de nuestros padres y sus asuntos turbios.
Todo esto estropeaba nuestros planes de salir de allí en unos meses para seguir estudiando.

Juntos es mejorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora