La casa Bangtan estaba relativamente en calma cuando Min Yoongi volvió. Esto se debía, más que nada, a que los chicos estaban enfocados en el duelo en que se debatían Jimin y Jungkook por Play Station.
Los que no participaban del enfrentamiento se quedaban a un costado, alentando a su preferido y apostando por quién haría tal tarea de la casa que tenían ya designada para el perdedor.
Tras ver un avance positivo del ataque de Jimin, Yoongi se escabulló a la cocina y sacó algunos refrigerios para llevar a su estudio. Cuando tecleó su contraseña no se sorprendió de hallar a Seokjin allí esperándolo.
—Creo que convivir tanto tiempo hace predecible tus acciones, hyung —habló, dándole a Seokjin una lata de cerveza.
Seokjin se encontraba junto a la puerta, de brazos cruzados, y sin prestar atención a lo que se le ofrecía se puso frente a Yoongi. La diferencia de altura no era tanta a decir verdad, pero había algo en Seokjin que hacía que apreciara el detalle con una sonrisa petulante. Sin embargo, Yoongi no estaba en pos de mostrarse sumiso, ni ninguna de esas idioteces, por lo que suspiró, cansado, y apoyó su cuerpo contra la puerta quedando acorralado. Respiró el perfume del hyung y se deleitó como cada vez.
—Yoongi-ssi, he pensado sobre lo que hablamos —dijo Seokjin posando sus manos en la cadera del rapero y acercando el pecho hasta casi rozar el otro—. Creo que tienes razón, el sexo es sólo eso. No debo buscar nada más allá.
Yoongi sintió cómo las manos del hyung levantaban su ropa para tocar la piel escondida, recorriendo con suavidad ahí por donde quisiera. Era agradable la delicada caricia en su espalda, cintura y pecho, pero activaba cada partícula de su cuerpo, que reaccionaba al mimo de uñas con un estremecimiento ligero.
—¿En serio debo soportar estos cambios de actitud? ¿No te parece un poco inmaduro de tu parte comportarte así? —Se quejó, pero sonrió cuando Seokjin hizo caso omiso y se inclinó para besarlo.
Para Yoongi, la boca de Seokjin era una tentación. Le gustaba, y mucho, cómo Seokjin perdía la estabilidad de sus emociones mientras profundizaba el beso. Y, pronto, se encuentra empotrándolo contra la puerta y metiendo una pierna entre las suyas, para comenzar a recorrer su mandíbula con besos de boca abierta.
—Seokjin... —jadeó Yoongi cuando el hyung pasó la lengua tibia en la piel de su garganta y ocasionó cosquillas.
—Soy tu hyung —corrige Seokjin con una sonrisa, y vuelve a separarse para observarlo ceñudo—. Respeta eso, Yoongi-ssi.
Otro beso que deja un hilillo de saliva en la comisura de Yoongi porque ha sido tan intenso, que poco le importa mostrarse un desastre. De hecho, todo él se está volviendo, de a poco, un caos de sensaciones porque sabe lo que está a punto de suceder. Y, aunque su resolución anterior había sido rechazar a Seokjin, ahora que este le ha quitado la ropa, dejando libre su pecho y succionando porciones de piel, no tiene mucha voluntad para resistirse.
Lo toma del cabello mientras Seokjin está ocupado dejando chupones en su pecho, que se borrarán en minutos, a la par que se deshace de su pantalón para bajarlo junto al bóxer.
—Me gustas desnudo —afirma Seokjin y lo confirma cuando recorre con una mirada hambrienta de probar cada centímetro.
—Quítate la ropa —dice Yoongi y el hyung obedece luego de dejar a un lado lo que el rapero traía en las manos.
Seokjin vuelve a pegarlo a la puerta y a meter su pierna entre las suyas más cuidadoso que antes. Yoongi se eleva un poco y, pasando los brazos por los anchos hombros del cantante, lo busca para un besa caliente. Las lenguas chocan y se disputan en sus bocas mientras que la respiración de ambos comienza a ser más superficial. El corazón de Yoongi late acelerado porque el hyung no tiene pudor alguno y lo manosea como quiere, llegando incluso a su pene y rodeándolo para empezar a masturbarlo allí de pie contra la puerta.
Yoongi no puede callarse y gime en la boca del hyung. La presión que lo mantiene pegado a la puerta disminuye y en esta libertad de moverse, se encorva para observar la mano de Seokjin subiendo y bajando, rodeando sus pelotas y estirándolas. Está lubricado por su presemen que se derrama para colaborar con los bombeos de la mano de Seokjin en este ritmo dispar. Pero pasan unos segundos cuando el bochorno permite a Yoongi dilucidar que no se encuentra del todo cómodo. De esto parece percatarse el cantante, que quita su pierna de en medio de las del rapero para darlo vuelta y que Yoongi quede mirando hacia la puerta. Seokjin lo inclina lo suficiente para que el culo pálido se eleve un poco; Yoongi lo escucha reír bajito, pero no de burla, sino de encanto.
—¿Te importa? —pregunta Seokjin, besando una carretera febril en su espalda, acariciando sus costillas, hasta que se dirige al centro del pecho para tomar los pezones sensibles y pellizcarlos. De recompensa, obtiene un gemido vergonzoso; al hyung no le molestaría en absoluto ser el de abajo, pero le excita en demasía el cuerpo menudo del rapero.
Yoongi se muerde los labios cuando siente que las manos de Seokjin descienden, traviesas, por su abdomen, bajan a sus muslos y luego se elevan hasta su culo. Allí separan sus nalgas y un dedo tantea su entrada como si jugara con su cordura y resistencia.
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Genius Lab [JinSu]
Fanfiction《YoonGi deja de tener roommate, pero esto no le impide fantasear con él》 'Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde', o hasta que descubre que lo desea. Para Min Yoongi la decisión de Kim Seokjin no le parece en absoluto disparatada y hasta secre...