Cuando Kim Seokjin lo besaba, Min Yoongi no se preocupaba por otra cosa que no sea sentir los labios del hyung y la lengua ardiente invadir su boca. Besos cargados de sensualidad y de provocación. Hecho un hábito ya, Seokjin se le acercaba, aparentando inocencia, y depositando un beso desinteresado en su mejilla, terminaban escondidos —en este caso, en el baño de invitados— con sus cabellos revueltos y la ropa desacomodada por el excitante magreo.
Con una mañana tensa, porque un Kim Seokjin con resaca era mejor perder que encontrar; Yoongi se había encargado de mantener distancia. Sin embargo, el hyung no estaba en plan de dejarlo en paz y lo buscó hasta que, rendido de pillarlo por la casa, aguardó a que llegue del shopping. El rapero, tras lo que parecieron horas eternas según la paciencia de Seokjin, apareció con unas bolsas de lo que supuso eran cuadernos, hojas de impresora y cartuchos de tinta.El vocalista no saludó siquiera y ya estaba encima del menudo cuerpo de Yoongi, quien, aunque esquivó el primer avance, se rindió fácilmente porque la atracción era un imán jodido de resistir. Además, ¿podía ya Min Yoongi declarar en su fuero interno siquiera la innegable verdad de que extrañaba sentir al hyung pegado a su cuerpo como si no hubiera más sitio en el mundo que el abrazo compartido? No. Por eso, para no pensar, se dedicó al beso y chupó la lengua de Seokjin, concediendo terreno en su cuerpo a las manos ansiosas del hyung.
Había tareas de las que encargarse en la casa; Jimin había cocinado, Taehyung lavado la vajilla, Jungkook secó y guardó cada pieza, Namjoon fue a comprar al mercado con Hoseok para reponer la alacena y faltaba que él mismo decidiera el menú de cena y proceda a cocinar. Seokjin, por otro lado, a base de quejas, había declarado huelga en la cocina y se ocupaba de mantener el servicio de lavandería al día —es decir, enviar el encargo a la lavandería y firmar el recibo—, lo que le dejaba libre este tiempo. No obstante, los besos eran mayor tentación en comparación al menú, y Yoongi hasta se sentía satisfecho probando la piel del cuello de Seokjin, aspirando el perfume y el simple aroma del chico.
Con ojos cerrados, abrió las piernas mientras lo sentaban sobre la mesada del baño; tenía que ser muy poderosa la voluntad que lo arranque de allí, del refugio de los brazos de Seokjin, quien había sido totalmente sigiloso para desprender su pantalón sin que lo note. Latió en la mano de Seokjin, pero cuando empujó hacia adelante, queriendo que el otro entienda su deseo, el teléfono lo distrajo. Alguien llamaba, advirtió en una fugaz visita de la razón a su atolondrada cabeza, antes de que la boca de Seokjin vuelva a cubrir la suya y lo arranque de la consciencia exterior y lo suma solo en calenturientos pensamientos.
—No respondas, Yoongi-ssi —Seokjin emitió un gruñido sobre sus labios cuando el rapero dejó de aferrarse a sus hombros para tantear sus bolsillos—. Estamos ocupados.
—Es... yo, mmm, hyung, debo contestar —Haciendo gala de la voluntad que no sabía que tenía, alejó un poco a Seokjin y enfocó la pantalla de su teléfono, sonrió y respondió—. Hasta que te dignas en devolver mi llamado, perdido, ¿qué tengo que hacer para que me concedas espacio en tu ocupada vida?
Seokjin parpadeó alborozado y confundido por la sonrisa del rapero; era de esas en las que mostraba sus encías, dándole un aspecto tan tierno que jura sentir algo en su interior derritiéndose. Por demás contradictorio con la situación, ya iba percatándose del doble atractivo de Min. En un tiempo siendo este mocoso sonriente y de ojitos brillantes, y en otro el tipo rudo que ladra para que no le rompan las pelotas. Y las dos facetas le gustaban, sin poder elegir una por sobre la otra: pasión y ternura. ¿Lo veía de tal modo solo porque se prestaba un poco más a contemplarlo? ¿Sucedería lo mismo si se fijara en los detalles de otros amantes, en caso de que tuviera interés en buscar alguno? No le dio muchas vueltas, se encogió de hombros y volvió a buscar la piel del rapero para probarla como a un dulce aperitivo.

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Genius Lab [JinSu]
Fanfiction《YoonGi deja de tener roommate, pero esto no le impide fantasear con él》 'Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde', o hasta que descubre que lo desea. Para Min Yoongi la decisión de Kim Seokjin no le parece en absoluto disparatada y hasta secre...