9. Celoso

3.2K 356 7
                                        



Min Yoongi volvió a la casa Bangtan y se encontró con que los miembros seguían despiertos, charlando y tomando un trago en la sala living. Aunque había pensado saltar a la cama enseguida decidió unirse también al grupo, sentándose junto a Seokjin. En su andar, fue completamente consciente de la mirada del hyung sobre él y si se sonrojó por el escrutinio nada disimulado, fingió no darse cuenta.

No era tarde, notó al ver la hora. A decir verdad, ni siquiera llegaban a las cinco de la madrugada, y era común para ellos ese tiempo de reunión donde la hermandad se hacía presente. Convivir, desde el inicio, supuso un esfuerzo, pero sorteaban las dificultades siendo honestos entre sí y dialogando cualquier inquietud. Las peleas no duraban demasiado. Eran más las épocas donde simplemente aprovechaban a conversar y beber como los amigos que son, sin pretensiones ni nada. Esto era, quizá, la cualidad más valorable de ellos como grupo: no olvidarse que antes que banda son amigos.

Una sonrisa pequeña bailó en los delgados labios de Yoongi cuando pensó en cuánto habían vivido y cuánto luchado por congeniar. Ceder, negociar, no perderse y ser uno mismo y a la vez, entender al otro desde lo que es y lo que siente, incluso, o tal vez con mayor razón, desde las diferencias. Tal vez Yoongi estaba nostálgico.

Salir lo ponía reflexivo.

Platicar con su amigo Jihan, también. Este, sin pretenderlo, le otorgó cierta seguridad en lo que, pese a ser algo obvio ya, necesitaba confirmar. Mirando a su alrededor, no evitó que sus ojos se detuvieran minutos extras sobre Seokjin, antes de apartarlos porque temía que captara su gesto vulnerable. Aunque se reprendió internamente porque no, no era vulnerable. ¿Acaso había algo mal en ello, en saberse queriendo a otro? No, no podría nunca estar mal, equivocado, siempre y cuando fuera honesto consigo mismo. Y había llegado a la conciliación de que estaba interesándose más allá de un acostón: Kim Seokjin le gustaba porque era ingenioso, intempestivo, coqueto, mandón, hasta en su faceta caprichoso. Aparte, si era justo con su corazón, él tenía un flechazo por su hyung desde cuando eran trainers. Simplemente, en ese tiempo, lo consideró como admiración por un amigo para no crear actuaciones embarazosas.

Seokjin descaradamente lo enredó en un abrazo, ignorando los pensamientos del rapero que sintió su pecho apretarse un poco, y se apoyó buscando su calor. No pareció preocupado por las miradas de Jimin y Hoseok, que estaban más atento a ellos que los demás. Taehyung ni siquiera despegaba sus ojos de la pantalla de su teléfono y Jungkook y Namjoon estaban enfrascados en una charla sobre un deporte al que sólo el maknae se atrevía a probar.

—Llegas tarde, Yoongi-ssi —Susurró Seokjin y Yoongi chasqueó la lengua fingiendo estar irritado—. Creo que estaba celoso.

La última confesión dejó a Yoongi paralizado, pero enseguida se recompuso y, acomodándose mejor en el sofá, buscó la mirada del vocalista. Seokjin no había bebido, al parecer, y tampoco se lo veía bromeando, aun así Yoongi desconfiaba de lo dicho.

—¿Celoso? —Yoongi buscó alejarse, pero Seokjin no le permitió moverse y se pegó aún más a él—. ¡Aish, me aplastas!

Seokjin se carcajeó y se tiró a propósito sobre él, dejándolo inmovilizado contra el sofá. El calor pronto hizo enrojecer la cara de Yoongi, que torció el cuello y observó cómo Jimin levantaba sus cejas en un ademán gracioso. No le agradó ponerse en el foco de atención y cuando Jungkook bromeó de ello, fue suficiente. Forcejeando, se levantó.

—¿Te has enojado, hyung? —Se rio el maknae, nada arrepentido de provocarlo—. No fue mi intención ofenderte.

—No estoy enojado, mocoso —Se defendió, Seokjin rodó los ojos y lo tomó del brazo obligándolo a sentarse a su lado de nuevo.

—Dejen de molestar a Yoongi-ssi, está así porque no acepta mi amor.

Y ahí estaba de nuevo ese chiste absurdo, pero no parecía incorrecto. Tampoco le irritó o incomodó. ¿Podía empezar a acostumbrarse a una posible relación con su hyung?
Sabía que se estaba aventurando a armar castillos de arena ante algo que no dependía solamente de él. Seokjin podía echar a perder tal proyecto con su indiferencia, pero, como antes había reconocido, no era un miedoso con sus sentimientos.

—Ustedes dos están comportándose extraño —opinó Namjoon, curioso.

Yoongi sintió un vuelco en el estómago y a Seokjin tensarse.

—Es cierto —secundó Jimin y luego condujo el tema a otro punto—, también, ya que estamos en esto, veamos el comportamiento de TaeTae que no ha estado presente en toda la charla.

Yoongi le sonrió a su cómplice, que arrugó la naricita adorablemente. Jimin seguía un poco arrepentido de haberle dado una charla a hyung a causa de lo que veía entre ellos, pero Seokjin ya no estaba molesto y Yoongi le había platicado que no debía disculparse por ser demasiado protector.

—Jiminie es demasiado dulce —Seokjin murmuró, y rozando con su boca la oreja del rapero, dijo—. ¿Quieres ir a dormir, Yoongi-ssi?

La propuesta fue sugerida sin ninguna doble intención y Yoongi no vio razón para negarse así que ambos se despidieron y se fueron cada uno a su cuarto. Al menos en apariencia, porque, pasado unos minutos, Seokjin se coló en su habitación.

—Creí que íbamos a dormir —comentó Yoongi, haciendo espacio en la cama.

—Dormiremos, ¿qué estás pensando? —Seokjin rio y le hizo cosquillas—. Aigoo~ Yoongi-ssi travieso... ¿Estás en plan de algo más esta noche?

El rapero estuvo tentando a caer en la trampa del mayor, pero en realidad su humor no era adecuado para ello. En cambio, lo que hizo fue tomar las mejillas del hyung y besarlo suavemente. Exploró la boca de Seokjin sintiendo que los labios de su hyung eran una exquisitez a la que se estaba volviendo adicto. Su lengua se hizo camino, antes delineando y probando, para entrar y conquistar.  Febrilmente, Seokjin respondió al beso, aunque no ejerció ningún dominio porque entendió que Yoongi estaba diciéndole algo con ese beso. El miedo por tal declaración tácita apareció y aun así no escapó, sino que afianzó el agarre en las caderas del rapero para juntar sus cuerpos.

La pasión crepitaba, enardeciendo su sangre, aun así no era sexo lo que les motivaba a recorrer sus cuerpos; sus caricias eran quizá respuestas a preguntas que desde hace tiempo reclamaban contestación. Fue allí mismo que Yoongi se prometió no retroceder, que lo que sucediera entre los dos no dejaría de ser solo por no haberse atrevido.

Seokjin, por su lado, besaba a su ex roommate buscando confianza en que no habría consecuencias de sus actos. No quería perder a Yoongi, pero tampoco iba a arrojarse al vacío sin antes comprobar que era realmente lo que deseaba. Porque el sexo era eso: una distracción, una salida fácil y sin ataduras. Mas con Yoongi se estaba transformando en algo que le encantaba y aterraba por igual. El compromiso del que se hablaba en esos encuentros por medio de sus cuerpos complacientes era uno del que pocos salen sin el corazón roto.

El beso terminó y  se miraron en la penumbra de la habitación sintiendo que el silencio era suficiente. Esa noche prescindieron de lo demás.


















Nota:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nota:


Anaka, pese a que te odio por hacerme seguir con esta historia, igual agradezco un poquititito porque me gusta.

Bye :)

Genius Lab [JinSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora