Genius Lab [JinSu]

5. Planes

Habían pasado casi siete días y las cosas entre Seokjin y Yoongi habían mejorado notablemente.

Los demás, aunque ajenos a la verdad completa, agradecían que la fricción existente desapareciera porque como equipo no contribuía en nada. Pudieron ahorrarse una aburrida charla motivacional y terapéutica a la que, como grupo, debían asistir para limar asperezas y evitar fisuras en su convivencia. Había que ser consciente de que estos siete chicos con personalidades tan distintas no estaban exentos de pelear entre sí y por ello un profesional los escuchaba y aconsejaba.

Pero en este caso, lo que sucedía con los dos hyungs era completamente "extra" a la convivencia. La relación de ambos estaba pisando terreno inestable por involucrarse de un modo más personal entre sí. Mucho más íntimo.

Sin embargo, los días fueron de paz, muchos coqueteos y toqueteos furtivos. Aunque nadie lo dijera, era muy evidente que Yoongi estaba más receptivo al contacto con el hyung de Bangtan. Un Kim Seokjin que no modificó su actitud en ningún sentido y, aun así, conseguía que Yoongi fuera menos reacio a la cercanía y arrumacos.

Como ahora, todas las veces que Seokjin se encontraba cerca del rapero no dudaba en saltarle encima y provocarlo para, luego, reír ante la queja breve que este daba y comportarse correctamente. Rumbo al estudio de Vapp, Yoongi se hallaba con los ojos cerrados y las piernas sobre el regazo de Seokjin, quien había dicho que le daría un masaje y, al final, lo único que hizo fue usarlo de apoyo para sus codos mientras estaba pendiente del teléfono.

Yoongi despegó uno de sus ojos, se sentía adormilado, y dio un vistazo rápido a la pantalla del teléfono de Seokjin descubriendo que estaba en KakaoTalk. No era metiche, pero la curiosidad le picó cuando vio que el cantante se sacaba una selfie y la enviaba. Leyó el nombre Jang Dak y recordó a la muchacha de una fiesta. Aunque a él no le iban las chicas no iba a negar que ella era objetivamente atractiva.

—¿Conquista para el fin de semana?

La ronca voz interrumpió a Seokjin, que tecleaba apresurado, contento por la respuesta de la chica. Yoongi incluso alcanzó a ver la foto que ella le envió; una foto donde era evidente que, pese a estar sonriendo dulcemente, era su ropa interior bajo ese pijama fino y semi transparente lo que buscaba ser foco de atención.

No quería ver más porque no era de su incumbencia, y para que el otro no creyera que eran celos los que lo motivaron a preguntar, se volvió a su posición inicial. Un suspiro de parte de Seokjin hizo consciente al rapero que el chico se había inclinado, sin que se percate, muy cerca de su rostro.

—¿Te molesta que cancele nuestros planes, Yoongi-ssi? —El hálito cálido del contrario golpeó a Yoongi en la cara. Abrió apenas los ojos y frunció el ceño, torciendo la boca, confundido.

—¿De qué planes hablas? —Quiso saber, notando enseguida cómo la expresión seductora del cantante tambaleaba.

Seokjin compuso un mohín de reproche antes de apretar los muslos delgados de Yoongi haciendo que éste de un respingo. Dolió, pero se aguantó de decirle algo para no alertar a los demás. Cosa del mayor si no estaba en plan de ser discreto, no caería en esa. Mas Seokjin no se quedó quieto y lo demostró cuando actuó, sin permiso, llevando su mano a la entrepierna del rapero. Este, perplejo, sujetó la muñeca del hyung intentando apartarlo.

—Los planes eran que fuera a visitarte. A nuestro lugar especial, de eso hablo —comentó Seokjin, con voz neutra, pese a que se lo veía aguantando la sonrisa cínica mientras masajeaba el bulto del pantalón ajeno. Se sentía caliente al tacto.

Yoongi fue consciente de sus mejillas ardiendo como si hubiera estado expuesto al sol, bajando su sonrojo hasta su cuello, incluso. Temía en serio que el resto de la banda, o el conductor, los viera en esa situación comprometedora. Aunque tampoco iba a negar que esta travesura le entretenía. Era excitante estar siendo acariciado por su hyung en el asiento trasero. Pero recordó de qué hablaban y dijo:

—Dicho así hasta parece romántico y lejos está de serlo —se mofó, esperando que Seokjin ria con él. En cambio lo vio ponerse serio, la boca apretada en una línea y sus ojos perdiendo el brillo divertido—. Hey...

Trató de hablar, pero Seokjin se puso de pie, arrojando sus piernas sin cuidado alguno, y salió de la camioneta. Fue entonces que Yoongi cayó en cuenta de que los otros chicos ya habían descendido y faltaban solo ellos.