Universo Laberinto

Capítulo 1. Después de la luz

En una cama me encontraba postrado no recuerdo que sucedió pero me sentía cansado. Tan cansado que los ojos se cerraban, tan cansado que no sabía lo que sucedía a mi alrededor. Mi mirada estaba fija al cielo pero con mis pensamientos en limpio Todo estaba tranquilo pero a la ves sospechoso. El ambiente estaba frío como en diciembre. Había una calma extraña lo cual no me daba cuenta. Estaba en una habitación que no era la mía o tal vez sí, me encontraba confundido pero mi mente no funcionaba por que no pensaba en nada.

Mi mirada no dejaba de observar hacia arriba, mi cuerpo no se movía, tal vez era anestesia, mi respiración no era normal, dolía pero como que si no sentía, quizás estoy muerto y no me doy cuenta. Tengo cierta sensación de soledad pero también de compañía a la ves es muy extraño este sentir.

Estoy cansado que no sé cuál es mi estado de salud, no recuerdo si estuve trabajando o vengo de una caminata nocturna, mis pensamientos no ayudan, no recuerdo nada ni se quién soy o como me llamó. Este sentir es raro, estoy cansado pero no siento sueño más bien me desvanezco como si tal me estoy muriendo, tal vez me estoy muriendo pero mi cuerpo esta neutro, sólo siento pesadez.

No dejo de mirar al cielo. No dejo de mirar hacia arriba todo está lumínico pero no hay ninguna luminaria a los lados, la luz está pareja como si fuera de día. De repente esa luz es menos densa y otra luz como si fuera el sol me empaña la vista y mis ojos lloran.
Una luz extraña ilumina mi cuerpo postrado, creo que estoy en el quirógrafo. De seguro estoy muriendo y mi cuerpo esta neutralizado por algún dolor que mi cuerpo no siente, quisiera recordar que sucedió pero mi mente no reacciona a cómo debería funcionar.

Entre esa luz de repente una silueta humana se aparece, no logro reconocer su rostro, ni su ropa, ni color de piel. Toma mi mano y la aprieta bien fuerte. De repente todo se oscurece y quedó dormido.

No sé si ya me morí pero mi vida no pasó en un segundo.
Después de la luz la oscuridad invade mi cuerpo, todo se apaga alrededor. Mis ojos ya se hacen cerrados en un profundo sueño que no se siente ser un sueño, más bien parece la muerte llevándome al vació.