Universo Laberinto

Capítulo 2. Cuando abrí los ojos

De repente abrí los ojos y me encuentro en otro lugar. Un lugar jamás conocido. Creí haber llegado al paraíso pero creo que termine llegando Al infierno. En este caso este infierno no hay fuego, ni azufre, no hay gente sufriendo pero si es un gran desorden. Este lugar extraño, similar a un basurero en el espacio.

En un, de repente sentí un fuego ardiendo en mi mano y mire que tenía un universo en ella. No sé qué hacía todo un juego de galaxias, planetas, estrellas constelaciones y de todo en la palma de mi mano. Me sentí el hombre más rico del universo.

De pronto alguien tropezó conmigo haciendo que el universo que tenía en mis manos se desvaneciera. Luego de eso mire al frente del lugar desordenado se abrieron varios portales absorbiendo todo lo que estaba en ese espantoso lugar.

Cerré mis ojos y cuando los abrí habían seres luminosos batallando una guerra con seres oscuros, no supe descifrar la identidad de esos seres tan extraños. Un ser luminoso con una espada incandescente me rodeaba y me decía:

- ¿qué esperas? lucha tu batalla deja de observar, estamos peleando por ti.

No sabía de qué me hablaba tal ser, me sentí en pánico, me desmayé en ese sitio horroroso. Con los ojos cerrados escuchaba y sentía a una mujer, ella me abrazaba y susurraba algunas palabras y lloraba, se escuchaba bien angustiada, esa vos era como la de mi madre.

Esa vos de esa mujer hiso que abriera mis ojos y en lo que los abrí, mire a ese ser de luz que resguardaba mi vida mientras los otros seres batallaban una guerra. Yo me levanté de donde estaba desmayado y grite aterrorizado:

- ¡este es un sueño, no puedo estar aquí!

Con mis ojos, llorosos y mi cuerpo temblando, el ser que reguardaba mi vida me dijo:

- levántate no tengas miedo esta guerra no es de nosotros es tuya, así que lucha por tu vida.

Tenía mis manos en los ojos por miedo que sentía, quite mis manos de los ojos y mire como se desvanecían los seres de luz y a la vez la luz que había en ese lugar se apagaba. En un de repente uno de los seres oscuros clavó una daga en mi costado haciendo que yo cayera derribado. Al caer uno de los portales absorbió mi cuerpo mandándome a otro sitio que igual al primero estaba desordenado y era un lugar catastrófico y que daba miedo.

Cuando abrí los ojos mire cosas que nunca había visto o imaginado, miles de seres que jamás había visto, mire un infierno que no ardía y un lugar que daba miedo.