Segunda Mordida - Nuevo Mundo (R)

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Nota: Se que dije que las actuaciones serían los lunes pero estoy haciendo un trabajo de electricidad y como persona profesionales debería terminarlo el fin de semana, pero decidí salir a divertirme por ya que llevo meses sin socializar un fin de semana... Conclusión me voy a divertir el fin y dejaré el trabajo full el lunes por lo que estaré centrada en mi trabajo más que la actualización. Sin nada más que decir pasen y lean las veo al final del capítulo.

Segunda Mordida - Nuevo Mundo

Caminaban entre los pasillos del edificio principal de Namimori, abriéndose paso entre los estudiantes que al verles se hacían a un lado para evitar ser mordidos hasta la muerte por el presidente del comité disciplinario. La distinguida y amenazadora presencia de Hibari hacia templar a los estudiantes y hasta a algunos profesores.

Para nadie paso desapercibido; la pequeña presencia del nervioso chico de claro cabello castaño que iba unos pasos más atrás del perfecto. Mientras que el de pelo negro usaba su habitual traje negro y blanco y en su hombro izquierdo usaba la banda roja de "Comité Disciplinario". Por su parte el castaño usaba solo un pulóver azul marino que llevaba sobre una camisa de vestir blanca, todo a juego con una corbata y el pantalón de vestir escolar. Nadie pudo apreciar el color de sus ojos ya que su mirada estaba fija en el piso.

- Este es tu salón - Le dijo al detenerse frente a la puerta corrediza, en la parte superior de la puerta, en la pared había un pequeño letrero sobre saliente donde podía leerse 1 - B - Kusakabe o algún otro miembro del comité te buscara entre recesos para llevarte al salón del Comité Disciplinario - Se giró para ver al castaño que no le dirigía la mirada, sino que empezó a jugar con el borde de su pulóver entre sus dedos, irritado por ese comportamiento por parte del menos no pudo evitar regañarle.

- ¡Deja de temblar o te morderé hasta la muerte! - Le gruño haciendo que este se tensara y cerrara sus ojos.

Odiaba esa actitud de herbívoro que tenía su pareja, odiaba el simple hecho que su pareja fuera un herbívoro de la peor manera, literalmente, era el eslabón más bajo de la cadena entre todos los herbívoros que le rodeaban. ¿En qué diablos estaba pensado el destino al querer emparejarlo con un herbívoro? ¿Que además era un humano? ¡Un jodido humano! Los humanos no eran más que comida, ganado estúpido e indefenso incapaz de hacer nada contra criaturas tan poderosas como ellos.

No lo solo le irritaba el hecho que su pareja fuera un humano, sino que anoche, por primera vez en décadas de su vida, él había perdido el total domino sobre sí mismo, llevando a su pareja a su habitación y bebiendo su sangre, sangre tan malditamente dulce y adictiva que por poco le dejaba sin una gota de ella al pobre castaño. Pero lo que más le irritaba de toda esta absurda situación es que ya podía sentir la atracción hacia el castaño haciendo que no quisiera dejarlo entre tanto patéticos e insignificantes herbívoros, sino llevarlo a cualquier lugar donde nadie los molestara y marcarlo como suyo; pero las reglas eran las reglas y Tsunayoshi Sawada no era un adulto ante la ley de los humanos, por lo que debía asistir a clases regulares como cualquier mortal hasta cumplir la mayoría de edad.

- Hibari - El suave llamado de su pareja le hizo fijar su viste en él.

Por lo menos debía admitir que el chico era lindo. Era raro llamar a un chico lindo pero todo en él gritaba delicadeza, sutileza y ternura, cualidades que el carecía. Pero lo que, si podía permitirse abiertamente, era admirar los expresivos ojos de Tsunayoshi, eso era sin duda alguna lo que más le gustaba ver de su pareja, aunque odiaba el hecho que estuvieran llenos de miedo y pánico.

- ¿Qué sucede Sawada? - Le dijo en su tono cortante y frío.

- ¿Es necesario que deba regresar?

Katekyo Monster Reborn (En Reedición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora