Quid pro quo

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Monstruo. Eres un monstruo. Un ser despreciable...
"Asúmelo, no llores", decía Charles Witmore.

Ya no sabía ni quien era, o Tip o Charles, era todo un batiburrillo de ideas y conceptos desconocidos para el otro. La conciencia y el impulso, la vida y la muerte.

Yo o yo, básicamente.

Era una aberración humana, lo reconozco. Tip empezaba a entrar en mi como un torbellino, haciéndome pensar en lo que estaba bien, tratando de evitar matar a alguien, pero ahí estaba Charles, entrando y ahogando a Tip con ráfagas de muerte.

"Mata. Mata. Mata. Mata. Mata. Mata. Mata."

Y yo.... Mato.

Vayamos con la víctima número decimosexta. Martah Gordon.

Mrs. Gordon, segunda condesa de Playmouth y Shiring. 34 años, soltera. Y muerta.

Mrs. Gordon estaba en su casa de Lexington St., descansando tras una recepción; cansada y confiada.

Pleno.

Entré en su casa como un hombre del gobierno, creo que para hablar con ella de impuestos. Pero de impuestos fue de lo único que no se habló.

La amordacé a la silla y comenzó la danza de apuñalamientos sobre su cuerpo débil e indefenso.

-Repita conmigo, soy Martah Gordon, y estoy muerta.

-Hijo de puta.

-Tú lo has querido.

Martah Gordon cayó muerta. Nadie más sabrá nada de ella, salvo que estará muerta y bien muerta.

Pero en ese momento, Tip empezó a entrar en mis pensamientos, asolándolos de culpa, pero.... no valió de nada.

Era mi momento. Nada podía arruinarlo.

Menos su hermana menor.

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Espero que os haya gustado!

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