5. Risk It All

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-Nuestros días acampando terminaron.- dijo Brad con un dejo de nostalgia en su voz.

-Nos lo hemos pasado maravillosamente.- lo consoló ella sonriendo plenamente.

-Deberíamos repetirlo.- él la miró de soslayo, sonriendo.

-Cuando quieras.- respondió ella imitando su gesto. Él asintió satisfecho.

-Deberíamos empacar, ¿lo crees?- dijo Bradley observando el interior de la tienda. Había prendas de ropa desordenadas entre las bolsas de dormir, un paquete de galletas que nunca habían comido y su guitarra en una de las esquinas. 

-Es un completo desastre.- dijo ella riendo- Sí, creo que empacar sería buena idea.

Comenzaron doblando sus ropas hasta reducirlas en pequeños cuadrados de tela prensada para que estos cupieran cómodamente en sus bolsos. Los buzos eran lo más complicado: en cuanto los soltabas retomaban su forma y tamaño normales.

-¿Me ayudas con esto?- dijo Brad sosteniendo en el aire su bolsa de dormir.- Tómala desde el otro extremo y yo la enrollaré.

-Genial.- dijo ella tomando un extremo de la bolsa de dormir. Mientras la sostenía facilitando la tarea a Brad, éste iba apretándola a medida que la enrollaba para que la tela acolchonada ocupara el menor volumen posible. Cuando terminó de enrollarla, sus cuerpos quedaron separados por tan sólo centímetros. El se atrevió a mirarla a los ojos, y en cuanto ella levantó la mirada la besó tiernamente. Una tímida sonrisa se asomó en el rostro de la joven, quien no dejaba de mirarlo.

-Buen trabajo.- dijo Brad sonriendo con suficiencia- Espero que también necesites ayuda con tu bolsa.

-Eso creo.- dijo ella soltando una risa casi inaudible.

-Ven, te enseñaré.- dijo Brad tomando uno de los extremos de la bolsa- Comienzas enrollándola y a medida que lo haces intenta presionarla para que quede lo suficientemente compacta. Así.- asintió mientras la observaba haciéndolo. 

-Ya lo tengo.- dijo ella sonriendo. Continuó enrollando la bolsa de tela.

-Ahora que lo pienso, eres bastante bajita para una bolsa de dormir tan grande.- soltó Brad riendo fuertemente. Ella lo fulminó con la mirada intentando aguantar la risa, y no era algo que se le diera bien.- No te lo tomes a mal. -dijo él encogiéndose de hombros- Sólo digo que la próxima vez quizá podríamos economizar este asunto.

-¿Economizar?- dijo ella sonrojándose y riendo ante el desconcierto.

-Ya sabes, los dos cabríamos en la misma bolsa. Sólo digo.

-Oh, es lógico.- dijo ella con ironía y comenzó a reirse.

-Oye, te ríes de mis ideas.- dijo Bradley intentando actuar ofendido.

-No lo tomes como una burla.- le respondió, y comenzó a reirse aún más.

-Hmm, está bien. Con que tienes ganas de reir...- dijo él lanzándole una mirada amenazante.

-¿Qué se supone que debo entender por eso?- dijo ella riendo.

Brad se abalanzó hacia ella y comenzó a hacerle cosquillas. Ella intentó escapar repetidas veces pero no lo consiguió: la tienda era demasiado pequeña como para idear un escape eficaz.

-¡DETENTE!- gritó ella carcajeando- ¡Por favor, detente!

-Oh, eso no me asusta.- dijo él riendo.

-En verdad, detente.- dijo ella retorciéndose ante las cosquillas.

-Lo haré.- dijo Brad riendo también- Con una condición.

-Sólo... -risas- Sólo dila.

-Vendrás de gira conmigo.- dijo él deteniéndose.

-Oh...- dijo ella pensativa- De verdad no me opondría, es que...

-Por favor, ven conmigo.- dijo Brad con ojos brillantes.

-Es semana de exámenes y son decisivos. Mis próximas calificaciones son las que me permitirán entrar a una buena universidad.- dijo ella con pesar.

-No te atreves, ¿verdad?- dijo Brad tomándose la cabeza con ambas manos.

-¿De qué hablas?- ella lo observó desde su lugar.

-Tú misma me dijiste que eran tus padres quienes ansiaban con que obtuvieras un título universitario que los enorgulleciera, pero que en cambio tú querías ser bailarina.- dijo Brad con la voz quebrada.

-Creo... -ella miró hacia el suelo- Cambié de opinión. Es tan sólo un tonto sueño de niña, pero ya no más. En serio quiero estudiar Contabilidad.

-¿Un "tonto sueño de niña" has dicho?- dijo Brad con furia en su mirada- Entonces dime qué opinas de un músico como yo. Soy un imbécil que convirtió su vida en su "tonto sueño de niño", ¿verdad?

-¿¡Qué!?- ella resultó confundida- ¡No!, ¡no es lo que pienso!

-¿Y cuál es la diferencia? Dímela porque no soy capaz de encontrarla yo mismo.- la mandíbula de Brad estaba tensa y las venas de su cuello se habían hinchado.

-Que tus padres sí confían en tí, Bradley.- dijo ella con lágrimas en los ojos.

-No lo creas.- dijo él- Mi vida también es difícil.

-¿Lo es?- dijo ella secándose las lágrimas.

-Que simplemente no puedas verlo no significa que no esté allí.- dijo Brad- Cumplir un sueño como yo lo he hecho no sólamente es gratificante sino que también necesitas cargar con el dolor y las astillas de todo el camino que has recorrido para conseguirlo. ¿O acaso crees que todo lo que conseguí es gracias al genio de mi lámpara?

-No... en verdad lo siento.- dijo ella cabizbaja.

-No debes pedirme perdón a mí, sino a tí. Puedo ver cómo te encadenas día a día. Bailar es tu sueño y simplemente estás intentando convencerte a tí misma de que es una idiotez.- Brad suspiró bruscamente- Y yo no creo que lo sea.

-¿Cómo lo sabes?- preguntó ella con descaro- Tú no puedes saber qué es lo que pienso, o qué es lo que me atormenta. 

-Cuando uno está enamorado puede leer a su amado como a un libro abierto.- dijo él pesadamente.

-Pues creo que estás leyendo del revés.- dijo ella limpiándose la nariz.

-Quizás porque tú decides darme la espalda una vez más.- contestó Bradley de forma cortante. Tomó su bolso y lo colgó al hombro.- Vamos, todavía debemos desarmar la tienda.

Escríbeme la vida (Bradley Simpson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora