En verdad lo que más quería en el mundo era lanzarse a un viaje desconocido con Bradley, el muchacho que ponía canciones a su vida. Quería marcharse sin decir -ni saber- bien a dónde se dirigía, pero con la esperanza de encontrar cosas mucho mejores que las que dejaba atrás.
-Tus padres deben firmar este papel.- dijo Brad rebuscando en su mochila, y luego exponiendo un papel rectangular sobre sus manos.
-¿Qué es?- preguntó ella desconcertada. Sus padres jamás apoyarían aquel viaje, incluso estaba segura de que no la apoyarían en nada más luego de haberlos enfrentado.
-La emancipación.- dijo Brad con voz calma- Tienes diecisiete años y no puedes salir del país sin la autorización de tus padres.
-De antemano me atrevo a suponer que no firmarán ningún papel que tenga que ver conmigo.- dijo la joven fijando su vista en el suelo. Parecía tener la intención de detener unas ácidas lágrimas que brotaban de sus ojos.
-El problema de tus padres no eres tú.- explicó Brad pesarosamente- Soy yo. Ellos odian que yo te haya mostrado una vida diferente a la del sistema. Odian que seas feliz con las simples alegrías que yo me esmero en mostrarte. Me odian.
-Entonces ya no hay nada que hacer.- ella palpó su mejilla y se percató de que había dejado caer dos lágrimas.
-Sí, queda mucho por hacer.- la contradijo Brad con la mirada resplandeciente- No les mencionarás que se trata de mí. ¿Qué hay si les dices que es un viaje de estudios?
-No se lo tragarán- rió ella nerviosamente- Mis padres no son tan fáciles, Brad. Querrán investigar hasta el signo del zodíaco de mi responsable a cargo en el viaje.
-Si lo necesitan diles que soy Leo- Brad intentaba aminorar la tensión de aquella conversación, porque tenía miedo. Tenía miedo de que ella tuviese razón, de que sus padres jamás la dejasen viajar con él por el mundo. Temía perderla.
-Pero lo voy a intentar- se convenció ella con una mano en el corazón.- Voy a hacerlo.
Esa respuesta lo tomó por sorpresa a Brad, quien creía que ella jamás se animaría a volver a enfrentar a sus padres.
-No quiero comprometerte- dijo él al fin- Si alguien debe hacerse cargo de ésto y asumir las consecuencias que conlleve, ése soy yo.
-No- lo detuvo ella- Debo hacer esto, Brad. Quiero comenzar a ser feliz.
Brad asintió con entendimiento y una amplia sonrisa se dibujó en su rostro, que anteriormente lucía preocupado. Observar el rostro ahora feliz de Brad, le daba a la joven una razón más para enfrentar a lo intentaba separarla de él.
-De acuerdo, lo harás muy bien, mi bailarina- dijo Brad mirándola. De sus ojos no se desprendía otra cosa que amor.- Me duele muchísimo el cuello.- ése comentario sonó realmente extraño. Pero la joven supo a qué se refería inmediatamente.
-¿Te gustaría un masaje?- y, para cuando ella terminó de preguntar, él ya se había colocado de espaldas dispuesto a recibirlo.- ¡OH, BRAD, NO PUEDO CREERLO!
La joven dio un salto de entusiasmo que la hizo trastabillar apenas. Había quedado boquiabierta y se tomaba la cara con las manos sin poder dar crédito a lo que sus ojos veían.
-Sí, puede que tenga varios nudos- dijo éste simulando no entender por qué ella se mostraba tan sorprendida y alegre.
-Realmente esto es hermoso- rió ella con energía.
-Bueno, sí, creo que sí soy hermoso- dijo él a modo de broma. Ella le dio un golpecito en uno de sus brazos.
-¡Hablo en serio! Es lo más hermoso que alguien ha hecho por mí en toda mi vida- lo abrazó por el cuello y acarició su espalda.
-¿Y qué es eso que tanto te hace feliz?- Pero Brad sabía muy bien qué era lo que ella había visto, y ése había sido el motivo por el que le había pedido unos masajes. En realidad, su cuello se encontraba perfectamente.
-Es un hermoso tatuaje.- ella sentía una cadena de emociones en su interior. No sabía bien si tenía ganas de lanzarse a sus brazos, o quedarse allí, a punto de llorar de la alegría. Y, como no sabía por cuál decidirse, se lanzó a sus brazos sollozando.
Lo que había visto era un pequeño tatuaje que tenía como inscripciones el nombre de ella y debajo un hermoso símbolo referido a la musica y el amor (¡Revisa multimedia!)
-Decidí llevar tu nombre en la piel por siempre - se explicó mientras la miraba fijamente a los ojos- Porque es donde más cerca del corazón puedo tenerte.
-Te amo, y sé que todo saldrá bien, Brad- dijo ella tomándolo de las manos mientras observaba su mirada milimétricamente.
-¿A qué te refieres con "todo"?- repuso Bradley sin quitar su mirada de sus ojos.
-Conseguiré que mis padres firmen la autorización para que pueda viajar contigo y ser tu bailarina.- aquellas palabras parecían querer convencer más a ella que a Brad.
Él asintió lentamente.
-Tengo una gran idea, hermosa.- una sonrisa triunfal adornó su rostro en ese momento. Su mirada estaba más iluminada que nunca, como si de repente hubiese encontrado la última pieza de un rompecabezas que había requerido todo su empeño. Pronto, la joven, entendería de qué se trataba lo que tramaba Brad, pero en ese momento no se dispuso a hacer preguntas, puesto que -sin casi darse cuenta debido a su ensimismamiento- sus labios estaban inmovilizados por los de Bradley.
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Escríbeme la vida (Bradley Simpson)
Fanfic"-Te ves hermosa cuando ríes.- soltó Bradley. -Y yo río cuando te ves hermoso.- ella lo miró fijamente. -No me hagas esto, no otra vez.- rió masculinamente Brad. -¿Hacer qué?- preguntó ella con indiferencia. Él lanzó un suspiro largo y sonrió. -Te a...