I'm lost

💔8💔

Todos (menos mi padre) se empezaron a reír con mi comentario. Aunque no voy a negar que me gusta que le gente se ría conmigo, el comentario iba en serio.

Si le preguntaba a Will, me iba ha costar siglos convencerlo de hacerme el tatuaje. Si le pregunto a Nico, un viaje sombra y listo. Fácil, rápido y sencillo.

Lo mejor de aquel día fue cuando volvimos y mis padres se quedaron hablando sobre el asunto de mi tatuaje. Me acuerdo de que mi padre le preguntó a mi padre que cómo se le ocurría llevarme ha hacerme un tatuaje así como así.

-Ella lo quería.- dijo mi padre con un encogimiento de hombros.

-¿Qué tal si ahora que ya están al corriente de lo que han hecho estos pequeños delincuentes, nos bajamos al sótano?- pregunta Tris.

-Si,- dice Chris.- estábamos en un karaoke y me he quedado con las ganas de cantar.

-Si, tío.- le dice Tris dándole la razón.

-Venga, pues.- dice Piper.

Nosotros nos levantamos. 

La verdad es que pese a mi cara de indiferencia, estoy preocupada. Cualquiera con un poco de cerebro se daría cuente de que Jasper y Zöe se han peleado y eso es algo que no pasa casi nunca. 

Me han puesto en medio de ambos. ¡Me han puesto en medio! Normalmente no pueden pasar más de dos segundos sin tocar al otro y me han puesto en medio. Ni que fuera un puto muro, joder.

Veo como Luke va corriendo para coger la mano de Charilie y Marie se acerca a Sam para que la coja mientras se ríe con las cosas que le va diciendo Esperanza. Ella en ningún momento habla, pero si que se ríe mucho. Hasta yo admito que es adorable.

Chris se pone ami lado y me pasa un brazo por los hombros. Yo le quito el brazo y me voy un poco hacia atrás intentando evitarlo. Él vuelve a ponerse a mi lado aunque ahora no intenta nada.

-¿Puedes parar de perseguirme?- le digo con asco en mi voz.

 -No,.- me dice.- y tampoco es que quieras que deje de perseguirte.

Yo ruedo los ojos ante su egocentrismo y entro en el salón. Él aprovecha que estamos al final para cogerme de la muñeca y evitar que baje al sótano. Nos quedamos solos en el salón.

-¿Qué quieres?- le digo con aburrimiento girándome para mirarlo.

Él se acerca hasta que nuestros cuerpos están pegados y su cara a centímetros de la mía. Sus profundos ojos azules me devuelven la mirada y noto el deseo en ellos.

-Sabes lo que quiero.- me dice mirando mis labios.

-No.- le digo.- Debemos parar ya con eso.

Me intento alejar, pero el me coge firmemente por la cintura. Sin problema podría hacer un viaje sombra ahora mismo y librarme de él, pero no quiero. Mi cuerpo no responde.

-¿Parar con qué?- me dice él mientras se acerca y empieza a besarme el cuello.

Yo suelto un ligero gemido.

-Con esto.- le digo en un pequeño susurro mientras me contradigo inclinando mi cabeza para dejarle más acceso.-Dijimos que íbamos a parar, no está bien.

-No,- murmura él contra mi cuello.- tú dijiste que había que parar, yo no dije nada.

-No está bien.- le digo con la voz ligeramente ronca.

-¿Quién dice eso?

-Los tres años y pico que nos llevamos.- le digo.- O el que nos acostemos sin más. No está bien. Tenemos que parar.