Capitulo 1: Genesis

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Lauren POV
—Lo digo en serio mamá, no quiero hacerlo, me da mucha vergüenza... —repetí por quinta vez ese día.

—Pero es que si no empiezas ahora ¿cuando? Ya tienes 16 años, vas retrasada respecto de los otros chicos de la congregación, muchos empezaron el año pasado —argumentó mi madre en tono de reproche.

—Me dan igual los otros chicos mamá, yo no quiero, ya sabes que me cuesta mucho hablar con desconocidos imagínate tener que ir sus casas —dije  intentando convencer mi madre.

—Por eso mismo deberías comenzar ya, así con el tiempo dejarás de ser tan tímida —habló ella ante mis suplicas

—Pero... —intenté decir antes de que mi progenitora me interrumpiera.

—Pero nada Lauren, ya te has escabullido lo suficiente, tienes que hacerlo y punto. Ya hay algunos hermanos cuchicheando sobre esto y el superintendente me llamó la atención el otro día. —dijo mi madre en tono de disgusto poniendose una mano en la frente —Mañana vas a ir a predicar y se acabo, puedes decirle a alguna de tus amigas que te acompañe pero no te vas a librar —sentenció Clara antes de salir en dirección a la cocina.

Una vez mi madre se hubo ido yo subí las escaleras con la cabeza gacha, al llegar a la habitación me recosté en mi cama mirando al techo pensando en que haría ahora, no sería la primera vez que voy a predicar, ya había ido con mis padres pero no me gustó para nada, la última vez que fui tenía unos 10 años y después de unas largas horas de ir puerta por puerta sin conseguir nada justo llegamos a la casa de Ariana, una de las chicas de mi clase de ese entonces, ella era muy popular porque era una de las más guapas de mi escuela, esta al reconocerme me saludó amablemente con la mano mientras me sonreía, lo que hizo que me pusiera nerviosa y mirase al suelo con las mejillas sonrojadas, pero después de que sus padres nos cerraran la puerta en las narices después de gritarnos unas cuantas groserías todo se fue al traste.

Si antes de aquello ya de reían de mi por ser un bicho raro que no celebraba ni mi cumpleaños ni navidad ni nada... después de ese momento todo fue a peor. Por lo que recuerdo, Ariana les contó a todos que fui con mis padres a su casa a intentar meterlos en una secta o algo así, el caso, es que todos empezaron a burlarse de mi, tanto que ya no quería ir al colegio. Les conté a mis padres el motivo de que siempre llegase llorando a casa y me cambiaron a un centro privado con unos uniformes muy feos al que iban algunos de los niños de nuestra congregación. Allí aunque se seguían riendo de mi, o más bien de todo nuestro grupito de bichos raros, ya no me afectaba tanto porque por lo menos estaba acompaña y me hice muy amiga de Ally, la hija del superintendente.

***

Me desperté 3 horas después, al parecer me había quedado dormida recordando todo aquello. Bajé a la cocina a por un vaso de agua y  mientras bebía se me hizo raro no ver a mi madre por allí, le encantaba cocinar y siempre estaba haciendo algo para llevarle a sus amigas.

—¡Mama! —La llamé desde el salón, pero no hubo respuesta. Subí las escaleras y la busqué en su habitación, pero tampoco estaba allí.

Desistí y me fui a mi cuarto para llamar a Ally y preguntarle si me podía acompañar a predicar, si tenía que hacerlo prefería ir con ella a cualquier otro ya que mi mejor amiga tiene un don para tratar a las personas.

Hola Lauren, que bueno que me llamas, hoy en un buen día ¿no te parece? sonreí al escuchar a mi amiga hablar, siempre estaba de buen humor.

—Hola Allycat, será un buen día para ti porque para mi no lo está siendo —dije poniendome sería al recordar porque la llamaba.

¿Y eso Lauren?¿Que ha pasado que hoy no es un buen día para ti? Me pregunto preocupada.

La predicadora (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora