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Decir como terminó con la nariz quebrada sería un mal recuerdo. Niall mantenía un papel en su nariz, terminando de quitar los restos de sangre luego de volver a acomodarse el tabique. Miró el cuerpo de Zayn a unos escasos metros, con una toalla cubriéndolo y fumándose un cigarro feliz de la vida. Gruñó con enojo antes de botar el papel en la basura y acercarse al moreno con su nariz punzando.

—Vete al demonio. —escupió con enojo colocándose detrás del hombre.

—Estoy con uno. —se encogió de hombros. Dio la última inhalación antes de soltar el cilindro y ponerse de pie, encarando al rubio.

Niall no pudo evitar analizarlo. Sabía que Malik poseía buenos atributos, sin embargo nunca lo había visto semidesnudo, su curiosidad comenzaba a picar. Sonrió presumido, provocando que el moreno levantara una ceja involuntariamente.

—Creo que hicimos un trato. —el de ojos zafiro se relamió los labios. —Y si no lo cumples, tendré que dejarte en el suelo.

—¿Exactamente por qué debería hacer lo que dices? —preguntó con tono neutral.

Niall quería molestarlo. Quería joderlo hasta que el pobre Malik perdiera los nervios y terminaran en otra de sus peleas. Dicen que es mejor conocer a tu enemigo en todos los sentidos, Niall empezaría por la intimidad.

—Quiero que llevemos esto con calma. —mintió dándole una sonrisa divertida. —¿Qué hay de malo en una ducha entre chicos heterosexuales? —parpadeó fingiendo ser inocente.

Sorprendentemente los músculos de Zayn parecieron relajarse en unos segundos. Miró a su enemigo con duda, obviamente sin creerle una sola palabra. Debía descubrir lo que ese insecto tramaba. Llevó sus manos al borde de la toalla y se deshizo de ella sin quitarle los ojos de encima al rubio, quien lo miraba con la misma intensidad.

Malik lazó el paño sobre la banca, expuesto completamente ante el hombre que más odiaba en el planeta. El silencio se estaba prolongando hasta llegar a lo incómodo. El de ojos avellana hizo un movimiento con su cabeza señalando la regadera frente a él.

—Tú primero, escoria. —ordenó de mala gana, presenciando como el rubio se deshacía de sus joggers y los lanzaba junto a la toalla de Zayn.

Zayn no le estaba viendo el trasero, él sólo analizaba a la competencia, nada más.

Aun con la duda sobre su cuerpo, pero sin mostrarlo, caminó dentro de la regadera, dándose cuenta de que era más pequeña de lo que parecía, obligándolo a estar más cerca de Niall, más cerca de lo que le agradaba. Trataba de ignorarlo y simplemente bañarse para terminar con esta mierda. Horan tenía otros planes, viendo como Zayn trataba de ver cualquier lado menos su cuerpo.

Niall terminó de mojarse, tomó el jabón y comenzó a pasarlo por sus músculos con lentitud. Se hizo a un lado con tal de dejarle espacio al otro idiota para que se mojara. Suspiró relajado, sintiéndose tan bien al masajear sus hombros que pudo confundirse fácilmente como un gemido. Cuando volvió a abrir los ojos, se encontró con unos mieles clavados con atención.

—Si quieres puedes memorizar cada parte. —se burló con diversión. —¿Vas a hablar o no? Los rumores dicen que Zayn, el hermoso Malik, es una persona interesante. Pero veo que es pura mierda.

—A ti no tengo que probarte nada. —dijo a la defensiva. —Y por si no lo notas, estoy esperando a que sueltes el maldito jabón.

Niall sonrió.

—Es mi jabón. —Zayn gruñó, dándose la vuelta dispuesto a irse. Niall tomó su muñeca y lo jaló con fuerza dentro. Antes de que el moreno lograra protestar, Niall le había puesto el jabón sobre su pecho, viendo la expresión del otro muy de cerca.

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