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La alarma fue el sonido para que ambos volvieran a abrir los ojos. Niall sintió una mano abrazarlo por la cintura y un rostro en el hueco de su cuello. Suspiró con una sonrisa, pues el calor que desprendía Zayn era bastante reconfortante. Cayó en cuenta de que continuaba desnudo cuando se acurrucó más contra el moreno y pudo sentir cómo éste de igual manera comenzaba a despertar. El clima había cambiado de un lindo sol a unas pequeñas gotas y un viento fuerte en cuestión de una hora. Al parecer no habían asistido a clases, aunque eso no les importaba en lo más mínimo. Ahora mismo lo que importaba, era cómo responder luego de todo lo que hicieron anoche. Horan nunca fue un hombre de avergonzarse, por lo general cuando follaba se levantaba primero y se iba sin decir una sola palabra o dar explicaciones; pero ahora era él quien estaba en esa posición, querer decir algo pero nada salía de sus labios, ni siquiera tenía el rostro para voltearse y verlo. Ronroneó cuando unos fuertes dedos comenzaron a acariciarle el vientre, ese donde había una que otra marca. Zayn besó su mejilla y lo atrajo más hacia su cuerpo.

Niall quiso reír. La teoría de que los hombres se ponen más melosos luego de tener relaciones estaba siendo comprobada. Zayn no lo soltaba por nada del mundo.

—Morenito.

—Rubio. —esa voz ronca, profunda y dominante de un hombre cuando recién se levantaba lo hacía babear.

Otro silencio se prolongó en el cuarto, hasta que Niall se dio la vuelta, encarándolo con una sonrisa presumida pero de buen humor. Niall besó los labios ajenos y por alguna razón acarició la mejilla del morocho con su nariz. ¿Qué le pasaba? Sus ligues no llegaban a estúpidas caricias como las que Zayn se estaba dejando hacer en ese momento. Todos era: pegue y adiós. ¿Cuál era la diferencia con Malik? Sus pensamientos lo hicieron suspirar, viendo directamente las pestañas del hombre que estaba medio despierto y medio dormido sobre su cama.

—¿Tu cuerpo... está bien? —escuchó a como pudo cuando Zayn habló contra la almohada. Niall comenzó a colorarse, le dolía un poco pero nada por qué morirse. Asintió viendo el techo unos segundos antes de que el otro chico lo tomara de las mejillas y lo besara con suavidad. Horan le gustaba como el otro tipo actuaba, sentía como si estuviera conociendo un lado nuevo de Zayn.

—¿Cómo amaneciste? —preguntó al fin.

—Mejor que otros días, supongo. —se encogió de hombros. El sonido de la tripa del rubio hizo que ambos sonrieran. Era lógico que estuvieran con hambre si anoche hicieron mucho esfuerzo físico.

Niall hizo el ademán de sentarse pero rápidamente Zayn lo atrajo debajo de su cuerpo y comenzó a restregarse como vil león en pleno apareamiento. Estaba demostrando lo que sus labios no decía, que había quedado encantado con Horan. Tener relaciones hizo que se diera cuenta que quizás el imbécil tenía razón, no era tan malo estar con el rubio. Niall enredó sus piernas en la cadera del morocho cuando éste se las abrió con toda la confianza del mundo. Estaba preguntándose mentalmente si tendrían un sexo mañanero o ellos se quedarían así, viéndose cómo se comían o sus ojos se dilataban con verse. Zayn se detuvo para analizar cada centímetro de la piel que anoche recorrió, viendo todas las marcas y mordidas que plasmó sobre Niall con orgullo. En su cuello había varios chupetes y en su espalda había una que otra herida que su dentadura hizo cuando por unas horas se puso brusco. Niall le había reclamado por esas heridas, ya que en serio le dolieron bastante, aunque claro que el pene de Malik le ayudó a olvidarlo luego. Se quejaría después.

Zayn lo sentó en sus genitales y lo abrazó con pereza.

—Ya me estás preocupando Zy...—rió el rubio con sorna cuando le besaron los pectorales.

—No lo arruines.

—¡Tengo hambre! —lloriqueó dramático.

—Anoche te di un trozo y no quedaste lleno.

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