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Zayn miró la entrada de la casa del rubio, su jardín estaba un poco descuidado con algunas hojas podridas repartidas a lo largo de las plantas. Niall abrió la puerta, traer al moreno le hizo recordar varias veces en las que sus conquistas llegaban sonrientes por tener a semejante chico para ellas. Aunque se sentía algo diferente, el rubio sabía cuál era la magnitud de tener a ese chico sexy sólo para él. Sentía que uno de sus retos estaba cumpliéndose. Niall iba silbando una canción conforme avanzaba, Malik rajaba que el maldito andaba de buen humor, pues al fin pasaría lo que ambos habían estado queriendo desde hace tiempo.

Malik cerró con seguro detrás suyo una vez que entró. Siguió el camino hacia arriba, llegando al cuarto que ya conocía de memoria. No vio a Maura por ningún lado, ni siquiera cuando pasó por el cuarto que era de ella. Suponía que no se encontraba en casa, pero era inevitable pasar por alto el olor a alcohol que estaba en la casa. A Horan no parecía importarlo, haciendo que eso fuera un poco extraño. Zayn frunció el ceño, sorbiendo su nariz de paso. Entró en la habitación, sin ocultar su interés en cierto rubio que, a este momento, se estaba quitando la camisa.

—¿Quieres du...? —sus labios fueron callados inmediatamente. Zayn acarició los músculos de su pecho, reclamándolo con posesión. Niall obviamente no se quedó atrás, comenzó a desvestir el cuerpo ajeno mientras sonreía.

Pequeño bastardo. Sabía cuánto se deseaban.

Malik gruñó, empujándolo sobre la cama. Se deshizo de los bóxer amarillos que llevaba Horan para posteriormente lanzarse en medio de esas piernas bien trabajadas. Niall continuaba besándolo con pasión, mordiendo y lamiendo donde alcanzara. No sabía bien que estaba apunto de pasar, pero ambos lo necesitaban, claro, el par de idiotas no disimulaban sus erecciones. En menos de lo esperado, ambas ropas interiores fueron lanzadas al suelo, quedando completamente expuestos. Un jadeo de parte de ambos cuando sus penes hicieron contacto fue suficiente para que supieran que estaban haciéndolo bien.

—¿Tienes lubricante y condones? —al fin habló el moreno. Los ojos azules de Niall se perdieron entre el deseo de tenerlo sobre él, listo para empotrarlo.

—En la gaveta...—dijo a como pudo, liberando un poco de aire, mordiendo su labio cuando se restregó contra la enorme erección de Malik.

Éste se estiró de donde estaba sin quitarse sobre el cuerpo de Niall, buscando con rapidez lo pedido. Halló el lubricante, sin embargo, no había condones. Eso hizo que gruñera con cierta molestia. Atacó el cuello del rubio en protesta.

—No tienes condones idiota. —mordió con fuerza el cuello blanquezco del chico.

—Puedes...

—No.

—Zy...

—No, he dicho. —Horan hizo un puchero, llevando una mano al cabello del moreno que le estaba pegando en su mejilla.

—Estoy limpio. Además, quiero sentirte...

—¿Qué me asegura que no tienes nada? —seguía succionando el cuello de Niall.

—Nene, si tuviera algo ya todos lo sabrían, no soy tan idiota como para contraer una enfermedad.

Esas palabras lograron relajar los músculos del varón unos segundos. Chocó sus labios otra vez antes de colocarse en lubricante. Niall sonrió en grande cuando vio que el pene de Malik se tornaba en un color brilloso, sin dejar de verse palpitante. Con lubricante goteando de su miembro, Zayn separó ambas piernas del rubio, sintiendo sus ojos dilatarse por alguna razón.

No admitiría que Horan tenía el mejor trasero que haya pasado por sus manos. Mucho menos que su boca se hacía agua cada vez que lo veía. Y para peor, estaba disimulando muy bien que era la primera vez teniendo sexo con un chico, pero supuso que sería igual que con una chica.

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