XV
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.~Día 8~
La convivencia entre Golden y Springtrap parecía ir bastante bien hasta el momento; eran capaces de mantener una conversación por más tiempo y hacer la compañía del otro un poco más llevadera. Pero vamos, si es que no duró ni medio día.
Desde lo ocurrido en la habitación de Golden, ambos sintieron que eran capaces de entenderse. Sin peleas, sólo risas, bromas y una charla amena. Por supuesto, para ellos, aquello era señal de que algo, sin duda, no andaba bien.
El oso dorado no podía dejar de pensar en el inusual comportamiento de Springtrap y lo mucho que esto influía en él y sus propias acciones. Cada vez que el conejo se dirigía a su persona con extraña amabilidad y sin intenciones de liar una batalla verbal, algo en su pecho se movía de lugar, literal. Le invadía la inquietud, una misteriosa sensación desconocida para él y, por supuesto, un poco de demasiado miedo, la verdad. ¿Que si le preocupaba? Já, si hasta le asustaba ver esa cabellera oliva en la distancia. Él estaba des-co-lo-ca-do, impactado.
Pero al día ocho, Golden planeaba que ese comportamiento casi errático... ¡Cambie!
¿Y qué mejor que intentar ganarte el semi-odio de tu mejor amigo buscando tú mismo iniciar una absurda guerra?
Ambos dorados siempre encontraban el momento perfecto para replicarse como si no hubiese un mañana. Esto, para la vista de los demás, era prácticamente normal; pero es que para ellos, vamos, era como un 'te quiero' con poco cariño, sencillamente.
Y Golden, incómodo con lo que no está acostumbrado, desea regresar las cosas a como eran antes. Y sin olvidar el asunto más importante que había estado haciendo lío en su cabeza durante algunos días: El porqué de aquél comportamiento.
Descubrir la verdad. ¿Qué ocultaba Springtrap y por qué precisamente a él?
Golden no era estúpido. Vamos, estaba seguro de que hasta Puppet conocía las razones, menos él mismo, claramente.
Se mantuvo erguido en su silla, con los codos sobre la mesa, bebiendo un jugo de naranja. Su mirada vagaba en la nada, como si estuviese pensando en la razón misma de existir. Separó el vaso de cristal de sus labios y lo bajó lentamente, para luego, a último momento, apoyarlo con fuerza sobre la mesa como si su intención hubiese sido reventarlo en miles de fragmentos; sin embargo, pese al estruendo de su violenta acción, siquiera había llegado a enterarse de ello. Entrelazó sus dedos y entrecerró los ojos, aún en la nada, pensando en muchas cosas que a la vez no eran nada. Simplemente no era capaz de procesar sus propios pensamientos.
Suspiró con molestia. La frustración comenzaba a crecer en él, y más aún cuando siquiera sabía qué hacer consigo mismo.
—Aún... no lo entiendo... —balbuceó por lo bajo, frunciendo el ceño—. A caso... ¿Le pasa algo malo? ¿Pasará algo malo? O... ¿Simplemente quiere ser bueno conmigo? Un momento, no tiene sentido, él no es realmente tan malo...
Suspira de nuevo. No tenía nada en mente más que el deseo de regresar las cosas a como eran antes y averiguar de una vez por todas la razón del actuar de Springtrap.
Todo lo que había pensando al respecto era molestarlo de alguna manera, y sacar el verdadero Springtrap al exterior; esa personalidad a la que estaba acostumbrado. Sabía que era una mala idea, pero su mente no daba para pensar en una solución mejor.
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Stupid Lovers (GoldenTrap)
HumorNota 10/03/22: Teniendo en cuenta que el Goldentrap hoy en día está lejos de ser lo que era antes... ¿Cuántos me cancelarían si de repente decidiera continuar con esta tonta historia? --- Porque ambos eran tan despistados que no lograban darse cuen...