Stupid Lovers (GoldenTrap)

Día V - De Locos.

IX

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~Día 5~

En un lugar completamente apartado de todo y todos. Una parte de la pizzería muy poco frecuentada. Estaba todo oscuro y el olor a humedad era exponencial. Unos seres se encontraban de pie en el centro de la habitación y parecían, aparentemente, cuchichear de algo.

—Son un poco tontos.

—¿Poco?

—Demasiado.

—No es que fueras quien para hablar.

—Ay, bueno, bueno.

La puerta se abrió, chirriante, y la luz del exterior se coló dentro del oscuro cuarto, iluminándolo tenuemente. Aquellos dueños de las voces rápidamente se escondieron en quién sabe dónde. Por lo que notaron, era detrás de un montón de viejos repuestos.

—¿Por qué venimos aquí? —pregunta una voz femenina algo infantil.

—Porque aquí podremos discutir nuestro plan sin ser molestadas —dijo con obviedad una segunda voz, igualmente femenina y en un tono pícaro—. Nadie viene a este lugar. Es perfecto.

—Mangle usando la cabeza. ¿Quién lo diría? —una tercera voz se hizo presente con un dejo de burla. ¿Quedó claro que las tres eran mujeres?

—Tochi, ¡mala! Esas cosas no se dicen. —lloriqueó la zorrita albina con lágrimas falsas.

—Emm, chicas, hagamos esto rápido. El lugar se siente frío... —susurró una rubia más baja.

—No te preocupes Chica. Aquí no hay nadie. —aseguró Mangle.

—Aún así. Deberíamos apresurarnos, ¿no creen? —sugirió Toy Chica.

Aquellos seres desconocidos y completamente desapercibidos entre el montón de lo que ellos llamaban "basura oxidada", soltaron un gruñido por lo bajo. Uno de ellos bufó.

—Son esas locas.

—¿Qué rayos hacen aquí? Este es nuestro territorio.

—Dijeron algo de un plan y no sé qué más.

—¿Las asustamos?

—Oye, sí. Me gusta la idea.

Las mujeres se miraron con seriedad y comenzaron a debatir sobre aquel misterioso "plan" que las llevó a ese lugar. Mangle parecía la más entusiasmada con el tema; la emoción era evidente en su voz.

—Entonces... ¿Qué tal si los encerramos en una habitación? Ya saben. —sugirió Chica de manera pervertida.

—Oye, eso podría funcionar —apoyó Toy Chica con una sonrisa—. Lo más seguro es que suceda algo después de eso, ¿no?

Mangle parecía pensativa al respecto. Cuando se trataba de aquellos temas que le interesaban la zorrita mostraba su lado serio y calculador.