Día VII - Tiempo Juntos. [Parte 1/2]

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XIII

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~Día 7~

Springtrap aún no olvidaba lo del día anterior. ¿Y cómo hizo Foxy para finalmente zafarse? Pues... luego de la huida de los Shadow, y en medio de la discusión de ambos dorados para decidir si él debía o no ser castrado y posteriormente descuartizado, el zorro pareció esfumarse en el aire. Cuando ellos miraron, simplemente ya no se encontraba allí.

Hasta donde sabían, Foxy era un pirata, no un ninja.

Esta misma razón tenía de muy mal humor al conejo, que juraba por lo bajo hacerle todas aquellas cosas horribles una vez se lo cruzase de nuevo. Golden no hacía más que suspirar.

—Ya basta. Sabías muy bien que eso no iba a pasar.

Ya había perdido la cuenta de las veces que había mencionado aquello para tranquilizar a su amigo.

¿Acaso daba resultado? Claro que no.

Tampoco podía decir que era una pérdida de tiempo. Sabía que en algún momento quizás lo conseguiría.

—Cállate, no me dejas pensar con claridad.

—¿Con claridad?

Golden negó con la cabeza y llevó una mano a su entrecejo. Ya se le había acabado las ideas, y en cierta forma le molestaba que el conejo fuera tan terco y resentido.

—Springtrap... —susurró el oso. El peliocre dejó de refutar para mirarlo curioso por su tono de voz—. ¿En verdad creías que yo era capaz de hacer eso...?

Springtrap le miró sorprendido.

Transcurrieron unos pocos segundos y el conejo bajó la cabeza, agachando sus orejas.

—Yo sólo... estaba preocupado...

Golden colocó una mano sobre la cabeza del ocre, llamando su atención.

—Springtrap, ¿por qué no me dejas preocuparme por ti? Me niegas todo lo que te sucede. Siempre dices que no hay nada, y aún así... —se apartó para darle la espalda— Me reclamas cualquier imprudencia, cuando sé que me ocultas cosas.

El rubio cerró los ojos con fuerza, frustrado. ¿Por qué Springtrap aún hacía eso? ¿Por qué no le tenía confianza?

—G-Golden... —susurró el conejo al percatarse de que su contrario comenzaba a alejarse— ¡Golden! E-espera...

El mencionado se volvió hacia él. Se sorprendió al ver que su amigo derramaba algunas lágrimas.

—Springtrap...

—Ha-hagamos algo juntos el día de hoy... —sugirió, mirando hacia otro lado mientras limpiaba algunas lágrimas— ¿... Sí?

Las palabras del conejo no dejaban de tomarlo por sorpresa. Entonces se dio la vuelta para mirarlo directamente, poniendo un poco nervioso al menor.

—Eso... Es extraño viniendo de ti.

—¿Lo harás o no? P-porque sino... —se negó a hacer contacto visual—. Olvídalo...

Golden parpadeó y entonces sonrió de lado, acercándose al conejo que retrocedió algo avergonzado.

—Por supuesto.

Springtrap soltó un pequeño suspiro de alivio que no sabía que había estado conteniendo. Mantuvo su mirada plateada posada fijamente en el suelo con una pequeña sonrisa apenada.

Stupid Lovers (GoldenTrap)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora