Capitulo 1 - Falso Cuerpo

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... La cuidarán cómo su propia hija ¿Verdad?

¡Te amo, papá!

... Y yo a ti, Nina

¡¿Qué sucede Leornard?!

Nina... Nina..

22.03.2052

-¡Nina!-

Despertó gritando, con la sudoración expulsada por cada poro de su rostro, y una migaja de saliva escapaba de su boca.

Palmó con sus manos en la gigante y blanca cama que soportaba el agotado cuerpo de Leonard, gobernador de la gran pero deplorable ciudad de Ecsil.

Puso sus pies en la alfombra y dijo con una voz ya recompuesta luego de un carraspeo.

-Orden: Luz-

La habitación, aglomerada de fotografías de una joven y una mujer adulta, pero conservada a su manera, se bañaba lentamente en cada esquina de un amarillo amargo.

Caminó hacia la ventana, que fácilmente podría ser del tamaño de las paredes del cuarto y observó lo poco que se apreciaba de Ecsil.

Gigantes muros de acero recorrían las "fronteras" de Lucyren, uno de los tres distritos que conformaban la ciudad.

-Veré caer cada una de sus pobres almas, y pagarán por ese mal..-

Su voz temblante de ira fue interrumpida y a su vez calmada por una estilizada, blanca y seductora mano que se adueñó de su hombro.

-Hey, tranquilo, cariño... Sólo son dos meses ¿Cierto?-

Dijo la esposa de Leonard, esa mujer que se presentaba en aquellas fotografías, suavemente pero con decisión, para apaciguar la inminente tormenta de lágrimas.

-¡Adeline!- sorprendido dijo, y en cosa de segundos abrazó con desesperación a su mujer-

-¿La extrañas no es así?-preguntó mientras acariciaba la mejilla de Leo-

-Lo suficiente para continuar con este proyecto -

El rostro que acomplejado y tortuoso se veía, cambió dramáticamente a una extraña mezcla sombría pero esperanzadora. Sus ojos denotaban que pronto las cosas dentro de él volverían a ser cómo hace siete años.

Nada lo haría retractarse, aunque esto le costara el poco de humanidad que quedaba de él.

-Debo irme, necesito informarme acerca de los progresos -

Decía mientras se vestía apresuradamente y salía de la habitación con una maleta rebosante de papeles.

Adeline usó el lugar de Leo en la ventana, y pensó mirando las luces que jugaban a parpadeos, cómo estaba suscitando la vida en la "capital", o cómo ellos le hacían llamar.

Loura ocultaba una historia al igual que Nao, los dos distritos que terminaban de construir la ciudad.

-Supongo que nos odian ¿Verdad?- se preguntó susurrando hacia la metrópoli que no podía alcanzar-

-Sé que... Algo falta -

Golpeó su pecho, y el sonido del acero retumbó en cada espacio. Una pequeña lágrima tintineó y una chispa eléctrica la desvaneció.

-Éste... Falso cuerpo-

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