Diario de un Matón ||ChanBaek||

Especial V: Pregnant and Cute

BTS (JUNGKOOK) - Euphoria

8 años después.

Chan Yeol solía despertar temprano de lunes a viernes, no porque su trabajo lo demandase, sino porque le gustaba ayudar a Baek Hyun con el desayuno y colgarse como un koala a su cintura para repartir besos fugases en sus mejillas y cuello cosquilloso. Ese día había despertado más temprano de lo que acostumbraba ya que dos importantes compromisos dependían de su puntualidad. Por lo mismo, decidió que debía preparar el desayuno sin su ángel para no perturbar desde tan temprano su sueño.

Se irguió sentándose en la cama y estiró sus brazos hacia arriba, su pelo castaño disparado graciosamente en todas direcciones cayó sobre sus ojos y su pijama algo chueco amenazó con achuecarse más. Alcanzó, bostezando grande, la lámpara a su izquierda y la encendió, frotándose inmediatamente los ojos por la molestia que la claridad de la luz le ocasionó. Curioso por saber la hora, tomó su teléfono y un brillante y reluciente "5:56 AM" lo saludó.

Puso los pies en el suelo, extrañando al instante la calidez de las sábanas, y lentamente empezó a ponerse de pie, sin embargo, supo que falló en ser silencioso cuando un suave quejido y una mano en su brazo lo hicieron volver a tomar asiento sobre el colchón.

En ocasiones, cuando Chan Yeol tenía que irse antes de casa, Baek Hyun le pedía medio dormido que se quedase más tiempo en la cama junto a él, haciendo que su fuerza de voluntad flaqueara y que como disculpa depositase largos besos por toda su cara, así que susurró un dulce "Estaré de vuelta pronto", para luego tomar la bonita mano descansando en su brazo, llevársela a los labios y dejar una suave mordida ahí, en uno de los nudillos.

Abanonó la habitación con una sonrisa. Hizo primero una visita al baño, donde se lavó el rostro y cepilló los dientes. Después fue a la cocina donde inició los preparativos del desayuno, lavando y cortando frutas para un licuado, poniendo a tostar algo de pan y friendo huevos con queso y tocino.

Cuando volvió a su habitación, para despertar a su esposo, se topó con él tapado hasta los labios con las sábanas, mirando el techo con ojos adormilados y el ceño lindamente fruncido. Su Baek Hyun estaba de mal humor. Siendo ignorado, caminó a paso lento hacia él y se sentó en el pequeño espacio que Baek Hyun le había dejado libre aun estando enfurruñado con él, porque es que Baek Hyun lo quería demasiado como para enojarse completamente.

Chan Yeol quitó las sábanas que cubrían sus labios y encontró en ellos un puchero que no pudo evitar besar unas diez veces y que volvieron más mañoso a Baek Hyun.

— ¿Qué sucede?

— ¿De verdad no puedes ir conmigo?

— Sabes que aunque me encantaría decirte que sí, no puedo —empezó— Ya les avisé a tus padres que te llevaría con ellos para que te acompañasen a tu cita en el hospital. Sonaban muy emocionados de ir contigo, mi ángel.

Baek Hyun se vio haciendo una expresión de puro berrinche y volvió a taparse con las sábanas.

— Baek, —volvió a hablar el alto— no lo hagas más difícil. Sabes que siempre quiero acompañarte, pero Jong In llamó anoche y dijo que era muy importante que estuviese en la empresa a tiempo.

Baek Hyun no se movió ni medio centímetro, así que Chan Yeol volvió a retirar las sábanas, dejando un beso cariñoso en su mejilla cuando su rostro fue expuesto. Continuó haciéndolas a un lado hasta tener su torso a la vista, levantó la parte de arriba de su pijama y besó el vientre pequeño pero evidente donde su bebé de cuatro meses crecía.

— Papi Baek está enojado, cacahuate. —dijo contra la panza— ¿Podrías ayudarme a hacerlo feliz?

Baek Hyun no pudo evitar reírse e, hipnotizado por la escena, acarició el pelo de Chan Yeol, olvidando por segundos que estaba muy predispuesto a ir sin él al hospital.