Capítulo 5

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“Fuck me, Louis”

“Fuck me, Louis”

“Fuck me, Louis”

“Fuck me, Louis”

“Fuck me, Louis”

Las palabras hacían eco en mi cabeza. Mis sentidos se detuvieron, creo que deje de respirar, creo que palidecí, creo que mi corazón se paro, creo que el tiempo también se detuvo, creo que tengo que respirar o me voy a morir, creo que olvide como respirar.

“Fuck me, Louis”

Willy debe estarme jugando una mala broma, hace unos segundos parecía satisfecho y derrotado, pero las palabras de Harry habían impactando en el y sus problemas de gravedad parecían inexistentes. 

A pesar de todo hay una pequeña parte racional en mi que me esta diciendo que él esta reaccionando de esta manera debido a las pastillas, se como se siente estar en esa situación que hasta ganas dan de follarte cualquier cosa que tenga un agujero. Pero me detuve un poco y mire sus ojos, un pequeño brillo detrás de toda la lujuria me dijo que estaba bien, que estaba bien seguir. Y lo quiero, de verdad quiero hacer esto, tal vez luego me arrepienta, pero hoy quiero estar dentro de Harry.

Ahora si, mi principio de realidad fue vencido por mi principio del placer. Maldita libido, malditas y estúpidas hormonas.

Sin pensarlo dos veces, más bien, sin pensarlo ninguna vez, tome su nuca y lo atraje hacia mi. 

-Sin arrepentimientos-pedí mirando directo a sus ojos. Era una petición más para mí mismo que para él.

-Sin arrepentimientos-repitió con mirada ansiosa y sus ojos penetrando los míos, como yo quisiera penetrarlo a él.

Sonreí. ¿Por qué sonreí? 

Lamió sus labios tan cerca de mi rostro y termino por desaparecer cualquier rastro de cordura –si es que aun conservaba– en mí.

Me acerque lentamente a él, mi corazón ya palpitaba con anticipación, y uní mis labios a los de él. Un beso lento, un beso delicado, un beso esperado, un segundo beso.

Sus labios estaban muy suaves y deliciosos, tenían un sabor dulce, un sabor único. Pronto abrió su boca dándole permiso a mi lengua de pasar y explorar su cavidad y la suya me recibió gustosa. El beso me estaba acalorando. El beso ya no era lento y delicado, se había convertido en algo más urgente y placentero. Tome su rostro entre mis manos, y me puse de pie solo para sentarme en su regazo, y poner mis piernas a cada lado de su cuerpo. Nuestras erecciones chocaron de tal forma que emitió un gemido de placer dentro de mi boca, y eso fue… estúpidamente excitante.

Nos estábamos besando como dos desesperados animales, sin apartarme de sus labios, empecé a desabrochar su camisa con urgencia, pero todo era muy complicado ya que no estaba viendo lo que estaba haciendo, así que la jale, sin poder lograr nada. ¡Mierda! Quiero sentir su piel.

-¿Pretendes… romper… mi ropa?-pregunto entrecortadamente y regalándome una sensual sonrisa de lado.

-Seria una buena idea, me ahorraría mucho trabajo- Le devolví la sonrisa.

¿Yo dije eso? 

Río en medio de nuestro beso y empezó a deshacerse de su camisa. Por fin pude observar su dorso trabajado y que estaba divinamente marcado con tinta en forma de tatuajes. En su pecho había dos aves, no se de que tipo son pero en este momento me parecían bastante sensuales. Y sobre este, caía una cadena, que antes no había notado. Sin poderme resistir, me incline sobre él y pase mi lengua por uno de los pajaritos, logrando también que nuestras erecciones rozaran de nuevo. 

Pontexx Duro (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora