“Me encontraba en mi casa, extrañamente solo, algo no está bien, Harry debería estar aquí, veríamos películas, hoy tocaban las de superhéroes, que aunque ya hayamos visto todas y más de 5 veces cada una eran sus favorado. ¿Se habrá enfermado? ¿Le habrá pasado algo? ¿Estará bien? Fui a su casa para saber de él, toque seis veces el timbre pero nadie respondió, él normalmente aparece en la puerta al segundo toque, pero esta vez no, arroje pequeñas piedritas a la ventana de su habitación pero no lo vi por ningún lado. ¿Dónde estarás?
Volví a insistir en el timbre unas tres veces más y por fin la puerta se abrió. El olor a alcohol se le escapaba por los poros al padre de Harry.
No dije nada, ni él tampoco, nunca hablamos, yo lo odio y él me odia, lo sé. Pase a su lado entrando sin su permiso como si fuera mi propia casa, y él se hizo a un lado dejándome pasar.
Subí por las escaleras rumbo a la habitación de Harry, ya sabía el camino perfectamente, no necesite tocar, la puerta estaba abierta, y en el interior solamente estaban los muebles.
-¿Harry?-Pregunte al vacío.
Esto debe ser una broma. En la pared no estaba el poster de los Beatles que yo le regale en su último cumpleaños, busque en su armario, y no estaba su ropa, ni sus zapatos, y en la mesita de noche a un lado de su cama donde solía estar una fotografía de nosotros dos juntos, solamente estaba el marco vacío.
Lo tome entre mis manos y lo apreté a mi pecho y cuando lo hice algo cayó al suelo. Lo levante, era una nota, una nota escrita por Harry.
“Dear Lou,
You‘ll always
be my
SUPERMAN,
with love,
Hazza.”
-¿Dónde estas, Hazza? ¿Qué paso aquí? ¿Dónde están tus cosas?-Pregunte desesperado, espere un momento y después añadí- Ya, vamos, sal de donde quiera que estés, esto no es gracioso.
-Se largaron, él y su madre se largaron de aquí.- Dijo el hombre, estaba recargado en el marco de la puerta, observando en silencio mi desconcertó.
-¿Y… cuándo volverán?- Pregunte temiendo la respuesta.
-Nunca.
Y como si esa palabra fuese kriptonita destruyo algo en el interior de mi pecho.
Salí a toda prisa de aquella casa, mi vista estaba nublada por las lágrimas que no quería dejar salir de mis ojos, corrí y corrí no sé como pero llegue a la azotea y me quede ahí dispuesto a esperar a Harry, todo esto debe ser una equivocación, él llegará, lo hará, tarde como siempre pero aparecerá, después se disculpara por haberme hecho esperar, y se sentara a mi lado para que veamos juntos el atardecer, pero él cielo se llenó de estrellas y él nunca apareció, después caí dormido con tan solo un pedazo papel en mi mano. “
