-Louis, ¿qué haces aquí? Me tenías preocupada- la voz de mi madre me despertó.
Me había quedado dormido esperando a Harry pero él nunca llego.
-Harry… mamá, Harry se fue y me dejo- fue lo único que pude pronunciar.
-Lo sé, mi cielo.- Dijo acariciando mi cabello.
-¿Dónde fue? ¿Tú sabes?
-No lo sé, pero sé que esta con su madre y si esta con ella, todo estará bien.
-Pero…- no pude decir más las lágrimas que me trague antes, salieron sin pudor de mis ojos.
-Lo siento cariño, él te quería mucho, apuesto a que no se quería ir, pero es decisión de su madre y tenemos que
respetarla.
-Yo también lo quiero mamá y lo quiero aquí, conmigo.
Me aferre al cuerpo de mi madre, y llore más fuerte en sus brazos.
Harry, regresa.*
Ahora que no está, no dejo de preguntarme que hubiera pasado si Harry no se hubiera ido desde el principio; ¿seguiríamos siendo amigos? ¿Iríamos a la misma universidad? ¿Nuestro primer beso se hubiera repetido? Ahora, lo único que tengo claro es que lo perdí de nuevo.
El timbre sonó sacándome del balde de recuerdos en el que me encontraba, abrí la puerta y Zayn entro. No dijimos nada hasta que los dos nos situamos en el sofá, oh, maldito sofá, ¿cuántas cosas no habrá visto ya? si el pudiera hablar quizá me entendería.
-Y… ¿qué paso?- Zayn fue el primero en interrogar.
Su semblante tan despreocupado me causaba envidia. Y de repente tengo ganas de reprocharme ¿cómo se me puede pasar por la cabeza que un estúpido y viejo sofá podría entenderme?
-Termine con Eleanor- Solté.
-¿QUÉ HICISTE QUE?- Preguntó sobresaltado y añadió repentinamente más calmado - Bueno, era de esperarse.
-¿A qué te refieres con que “era de esperarse”? - Maldito.
-Pues sí, tu eres gay- lo dijo como si fuese un hecho pero después preguntó- ¿O no?
Creo que prefiero a un sofá como amigo.
-Sí. No. No lo sé. - Respondí con evidente confusión y rasque mi cuero cabelludo.
-¿Le contaste tu sucia infidelidad?- La curiosidad se le escapaba por los poros.
-No, simplemente le dije la verdad.
-¿Le dijiste qué eres GAY?-
-NO idiota, que estoy confundido.
-Bueno, pero no es eso por lo que estas así.- Dijo mirándome con esa mirada interrogativa que no me gusta.
-No.
-¿Qué paso con Harry?- Indagó.
-Se marchó, otra vez.- Inevitablemente agache la mirada.
-¿Y…?
No respondí, no dije nada y una de mis manos se paseó por tela de mi buen sofá.
-No querías que se fuera-
-No. – Admití aun sin mirarlo.
-Amigo, lo que tú tienes que hacer, es… experimentar- dijo y guiño un ojo en mi dirección.
-¿Qué? ¿Experimentar con qué?- pregunte no entendiendo muy bien a lo que se refería.
-Sí, Tomlinson, tienes que salir a conocer un mundo, un mundo nuevo que está esperando por ti.
Sí, el sofá parece mejor opción.
……………………………….………….
-Louis Tomlinson. – Me presente.
-Liam Payne- dijo el castaño frente a mi estrechando su mano con la mía.- Un placer conocerte.
-Igual.
Era la quinta cita a la que me hacía ir el estúpido de mi “amigo” cuando dijo experimentar se refería a que debía salir con hombres, conocer y probar nuevos penes en mi interior, esa habían sido sus palabras, pero por desgracia o por suerte, ya no tengo idea, mis “citas” no terminaban en sexo casual, si no, en simples “amistades” que estoy seguro que por vergüenza no volveré a frecuentar.
-¿Quieres pedir ya?- pregunto.
Nos encontrábamos en un restaurante, un poco demasiado elegante para mi gusto.
Simplemente asentí y elegí lo más barato que pude encontrar, ya que no contaba con mucho dinero y ni siquiera tenía idea de quien debía pagar la cuenta en estos casos.
-¿Y desde hace cuánto conoces a Zayn?- Pregunto curioso.
Ah, sí, y para hacerlo más embarazoso e incómodo todos eran sus amigos homosexuales.
-Desde hace tres años, más o menos. ¿Y tú?- Todas las conversaciones que tenía giraban en torno a Zayn.
Pero está bien, por lo menos había un tema de conversación ¿qué más podía preguntar? ¿Eres pasivo o activo?
-Yo desde hace 10 años.- respondió con una sonrisa en su rostro.
A decir verdad, es un chico agradable, y tiene una sonrisa al parecer bastante autentica, unos ojos miel, que volverían loco a cualquiera.
A cualquiera excepto a mí.
…………………………………………………….
Una semana ha pasado, tan solo una semana desde lo sucedido con Harry, ¿cómo es posible que las cosas puedan cambiar tanto de un instante a otro? hace una semana era aparente feliz, con una novia con la que no podía tener sexo, pero era feliz, ¿o no?
Llegue a mi casa, el lugar estaba en penumbras, Liam me había dejado en la puerta después de haber cenado, por suerte él había invitado la cena, aunque eso no me había hecho sentir del todo bien, ya que yo era el que solía pagar, claro, cuando se trataba de chicas. Pero soy diferente ahora, y tengo que hacerme a la idea, soy el Louis que deja que un chico le pague la cena. Aunque debo admitir que se siente bien que debes en cuando alguien tenga esa clase de gestos hacia ti.
¿Qué me pasa? Soy tan gay.
Liam, había resultado un buen chico, esa clase de chicos que sin duda me dan ganas de volver a frecuentar, pero sin nada sexual de por medio, sin nada de atracción ni romances, es un gran chico.
Subí pesadamente las escaleras rumbo a mi habitación, me senté en la cama quite mis zapatos y me deje caer mi espalda en el suave colchón.
Restregué mi nariz por las sabanas, esas sabanas que desde hace una semana no habían sido cambiadas, esas sabanas que aun conservaban el aroma que me volvía loco, inhale con fuerza llenándome de ese suave olor. Y como si eso no hubiese sido suficiente, metí mi mano y debajo de mi almohada saque la prenda, aquella prenda que tenía impregnado el aroma aún más puro y exquisito. Como ya se me había hecho costumbre abrace con fuerza la camisa inundando mis sentidos de Harry Styles.