Cursed birds songs

Maybe in another life

Maybe in another life

"Quizá en otra vida." es lo que sus miradas dicen mutuamente mientras un fuego violeta les hace arder hasta las cenizas.

Dos almas que nunca creyeron amarse se han entregado a la muerte en común acuerdo. No podrán envejecer juntos, jamás podrán besarse de nuevo y solo desde el más allá verán a sus hijos crecer hasta convertirse en las más grandes leyendas que el reino de Gotham alguna vez poseyó.

En esa vida no podrán volver a estar juntos, más aún conservan la esperanza de encontrarse en alguna otra.

Raven despierta con lentitud e incapaz de alejar por completo el sopor que aquel sueño aun arrastra consigo mientras se levanta hasta quedar sentada en el sofá donde segundos antes "descansaba". Se ha quedado dormida en la sala de la torre leyendo una historia sobre piratas y sirenas que nada tenía que ver con la visión de hace unos instantes.

Sabe que aquel sueño es en realidad una visión a otro mundo, un guiño de alguna realidad donde por desgracia Damián y ella no tuvieron un final feliz. Nunca se hubiese imaginado un mundo donde ambos se amasen, menos aún uno donde fueran monarcas de un reino e incluso formaran una familia, pero de cierto modo no puede evitar sentir el dolor de su contraparte como si fuera propio, aunque en cierto modo lo es.

Cada emoción le ataca con dolorosa realidad, la pérdida de todo aquello conocido, la entrega de sus hijos a un futuro incierto y el miedo de no volver a yacer entre los brazos de la persona amada.

Sabe que esos sentimientos no son los suyos, Raven no ama a Robín, pero le duele su perdida tanto como a la Rachel de ese mundo, porque aquella versión de ella misma amaba profundamente a su esposo y a pesar de que él le había amado de vuelta se perdieron para siempre.

- ¿Qué sucede? - pregunta una voz desinteresada y aparentemente carente de emoción que conoce a la perfección y sería capaz de identificar en cualquier universo.

- ¿A qué te refieres? - contesta sorprendida pues sabe que Damián es tan buen detective como su padre, mas no lo cree capaz de leer mentes como para saber la maraña de pensamientos que posee en ese momento.

El joven le observa fijamente, incluso con el antifaz puesto Raven es capaz de sentir la intensidad de su mirada, una característica que de todos los Robins con los que alguna vez trabajo, solo él poseía.

- Estas llorando. - contesta escueto y sin ademan de querer acercarse a ella, como si se tratase de un cervatillo asustado que saldría corriendo al menor movimiento.

Ella toca sus mejillas y comprueba que dichas palabras son ciertas, ha estado llorando y ni siquiera lo había notado. De pronto se siente avergonzada, ha llorado la muerte de un hombre que le pertenece a alguien más mientras el suyo, aun cuando en realidad no es suyo, le observa serio pero con preocupación bailando entre sus emociones.

- He tenido un sueño. - contesta ella aun con los restos de lágrimas por sus mejillas intentando serenar su respiración y evidente sonrojo.

El muchacho solo suspira con frustración, debatiéndose internamente entre soltar la pulla malintencionada que amenaza con salir, o simplemente intentar brindarle de manera torpe el apoyo que su compañera parece necesitar.

Al final parece decidirse por lo último pues tras un poco atractivo resoplido se sienta a un lado de Raven y le tiende, sin dirigirle mirada alguna, un pañuelo de seda que a todas luces es carísimo.

- Debió ser un sueño terrible. - comenta él aun sin observarle pero en clara invitación a que le cuente lo que sucede en su cabeza.

- No todo el tiempo. - contesto ella con una sonrisa encantadora, que desconcertó al aludido, y el sonrojo aun tiñendo sus mejillas por la torpe y descuidada, pero aun así amable, forma que tenía su compañero de brindarle confort.

"Quizá en otra vida" susurra una voz conocida en lo profundo de su mente, y Raven se pregunta si esa segunda oportunidad que aquellos reyes de triste final pidieron con devoción les ha sido brindada con la vida que ahora ella y el hijo de Batman comparten.