Holland's one shots

Peter Parker

One shot
Advertencia: Nel prro
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Estaba saliendo de clase de química con ya tres tareas sobre los hombros y ni una sola pista de como completarlas, creo que reprobaré.

Fui a mi casillero pensando en como iba a hacerlas hasta que Ned se paró al lado mío para abrir su casillero, en ese momento supe que iba a hacer.

-Neeed- dije en un tonito infantil

-Que pasa Tn?- Me miró un segundo y al notar mi expresión cómplice hizo una mueca.

-Ah no, ya estuve todo el mes pasado ayudándote en química, eres muy buena en matemáticas ¿Porque no lo intentas con química?

-Porque simplemente no puedo querido Ned, además, podremos armar legos toda la tarde después de eso.

-Suena tentador, pero aunque quiera hacerlo, no puedo. Tengo un compromiso con mi madre hoy, pero, ¿Porque no le dices a Peter que te ayude? Así también sirve que te cercas a el.

-¿A Peter?- Me reí a carcajadas- No. Sabes mejor que nadie que prefiero contemplarlo desde lejos, como el perfecto ser inalcanzable que es- dije mirando hacia el horizonte mientras pensaba en esa maravillosa persona para después volver con Ned- Pero gracias de todas maneras, creo que lo buscaré en Youtube.

-Como quieras, pero que no te sorprenda si te lo encuentras por ahi

-¿Que significa eso?

Puso una cara rara y se fué a su última clase. Odio cuando se pone de misterioso.
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Llegué al edificio donde vivía, justo en frente del de Peter, vaya sufrimiento el mío, tan cerca y tan lejos.

Tomé mis cosas para hacer la tarea y unos audifonos, cuando quiero distraerme o estar tranquila voy a la azotea del edificio a hacer tarea.

Pasaron unos 30 minutos, estaba apoyada en la barandilla de concreto como si fuera un escritorio mientras buscaba en mi teléfono alguna forma de resolver mi problema, simplemente imposible. Estaba apunto de rendirme cuando sentí unas manos en mi cintura, por supuesto que me sobresalté o mejor dicho, grité. Voltee a ver quién había sido el responsable de mi susto y lo único que pude ver, fue la mascara por la que todo el mundo ha estado eufórico.

-¡¿QUE CARAJOS?!- grité en cuanto me di cuenta de lo que había sucedido, el solo negó con la cabeza.

-Ese no es lenguaje para una señorita tan hermosa como tú

-¿Tu que sabes?

-wop, déjame ver eso- el enmascarado tomó ágilmente mi cuaderno quedando sumamente cerca durante unos cuantos segundos, lo cual me puso tensa.

-a ver a ver a ver ¿Que tenemos por aqui?-lo examinó un poco para después seguir hablando- ¿Enserio tienes problemas con esto?- me miró incrédulo.

-Como ya lo dije antes, no sabes nada, ni siquiera dije que no podía hacerlo.

-Pues entonces demuéstrame que puedes- me extendio el cuaderno y con una de sus telarañas atrajo un lapiz que después me dio. -adelante.

-¿para empezar quien eres y porque estás aquí?- Lo cuestioné, no iba a hacer lo que cualquier extraño en traje me dijera solo porque se hacía llamar superhéroe.

- Ni siquiera se quién eres - terminé con los brazos cruzados y un rostro desafiante.

- Excusas.... Vamos niñita solo acepta que no sabes hacerlo - Me dijo con tono burlon. Al escucharlo decir esto me hirvió la sangre.

- ¿Quien rayos te crees para venir a decirme niñita eh?! En este segundo te demostraré que soy mejor que tú.

Mierda. Odio las idioteces que digo cuando me enojo, era obvio que no sabía hacerlo, aún así, tomé la libreta y fingí que hacía cualquier tontería para conservar mi dignidad, pero era solo prolongar lo inevitable.

- De acuerdo, no tengo idea de cómo hacerlo, pero eso no quita que sea extraño que estés aquí.

- ¿Lo vez? Era obvio que necesitabas ayuda de un héroe - tartamudeó - como yo - dijo afirmando con la cabeza un poco nervioso.

Después de lo que dijo nos quedamos en silencio y el solo me miraba. Estaba esperando que dijera algo pero solo se mantenía parado frente a mi observándome.

- Bueno, entonces, ¿me vas a ayudar o que? - se sobresaltó al escucharme hablar y de inmediato se incorporó nervioso a la realidad.

-¿Que? Ah, si, claro - se rascó la nuca con la mano ¿Dónde he visto eso antes?

Estuvimos en la azotea estudiando las siguientes 3 horas hasta que me di cuenta de lo oscuro que estaba el cielo, entonces le dije que tenía que irme.

- Oye, ya está muy oscuro, necesito volver a casa o mi madre me matará.

- Tienes razón, ya es muy noche, el tiempo se pasó muy rápido, yo también tengo que volver a casa- dijo y dio una rápida mirada al edificio de enfrente. Un momento....  Esa voz, esos ademanes, ESA MIRADA.

Se acercó para darme mi libreta, pero quedamos tan cerca que podía sentir su calor en mi cuerpo.

- Gracias por lo de hoy.

- No hay problema, estoy para ayudar.

Nos quedamos asi, tan cerca que lo escuchaba respirar.
Derrepente se subió la máscara hasta la nariz, yo me sobresalté por lo rápido que lo hizo, tomo mis caderas con delicadeza y rápidamente me robó un beso.

Nuestros labios se mezclaban mientras sentía la brisa mover mi cabello, hasta que mis ganas de saber si mi teoría era real me ganaron, así que de un movimiento más rápido que la luz tomé su mascara y tiré de ella hacia arriba. Parece que mis sospechas eran ciertas.

- ¡¿Peter?! -

El se apartó de mi de inmediato y trato de taparse la cara con las manos.

-No, no, te equivocas, solo soy un desconocido. - dijo asustado y nervioso finigiendo una voz diferente mientras trataba de quitarme la máscara de la mano sin acercarse.

- oh, claro, un desconocido que me besó - dije alzando la máscara hasta donde el no pudiera alcanzarla.

- ¿Que? Pero me correspondiste! Te gustó- exclamó casi desesperado olvidándose de tapar su cara y de su mascara. Yo solo lo miré con desaprobacion.

- Te gustó ¿Cierto? - puso una cara de nervios, susto y súplica que me dio ternura. - Porque si no te gustó no hay problema, osea, lo podemos intentar otra vez... Espera, no ¿Que? ¿Que estás diciendo?- susurró esto último para si mismo, parecía que se estaba volviendo loco.

Pero era Peter, y al parecer le gustaba, así que lo más obvio para hacer era dejarle saber que también me gusta de una vez por todas.

Mientras él seguía hablando tratando de enmendar sus errores y titubeando como un niño pequeño, lo callé de un beso.

Primero se tensó, luego se dio cuenta de lo que acababa de suceder y siguió el beso. Posó una de sus manos en mi cintura y la otra en mi mejilla atrayendo mi cara hacia el.

Cuando al fin nos quedamos sin aire, abrió la boca y habló

- ¿entonces si te gustó?

- Me encantó - sonreí.

Caminé hacia las escaleras pero antes de irme me volteé para preguntarle algo.

- ¿Puedo preguntar algo?

- lo que quieras

- ¿Como sabías que estaba aqui?

- Ah, bueno, me lo dijo un amigo.

Recogió su máscara, se la puso y con una de sus telerañas se abalanzó hasta el otro lado de la calle.

Maldito Ned.