Te vi llegar, pequeña
bajo la luz de la luna
y en medio de mi invierno.Agazapada en las sombras
cantabas una canción;
temor y desconfianza.
Pero tus ojos;
ámbar de la vida,
pedían a gritos
un alma donde reposar.Mi niña,
ni cien soles se sienten tan cálidos
como tu compañía.