Capitulo XII Lina

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Las noches lluviosas casi nunca anuncian un buen presagio, o al menos así se ha creído desde siempre.

Mi madre siempre trato de ver lo bueno en casi todo, para ella no existían personas malas, solo gente incomprendida, fue una verdadera tragedia que solo pude estar con ella los primeros siete años de mi vida, de los cuales aunque me esfuerzo no recuerdo, y es que fue en un noche lluviosa con intensos rayos cayendo que yo nací, mi llanto se escuchaba por toda la habitación, ya que mama se había negado a darme a luz en un hospital, para ella yo era su mejor regalo y el mas valioso.

El tiempo nunca discrimina, nunca se detiene y nunca perdona, cuatro años después de aquella noche todo se volvió gris,  me diagnosticaron una enfermedad denominada como el mal de las montañas, mi respiración se hacia difícil en el inverno y con el pasar del tiempo mis piernas dejaron de funcionar, y de pasar de ser una niña alegre corriendo por los jardines de casa pase a estar encerrada mirando como los demás vivían una vida plena...

Pero mamá nunca dejo de tener una bella sonrisa en sus labios, ella mi mayor ejemplo a seguir incluso cuando tuvo que irse nunca me sentí sola, estaba a mi lado y lo sabia, pero hace poco mi condición empeoro, quizás estas lineas sean las ultimas que pueda expresar, ahora que lo pienso me hubiera gustado saber que se sentía amar a un chico, saber lo que estar entre los brazos de un fuerte caballero el cual procura siempre tu felicidad. 

Pero solo me queda rogar a dios que esto termine pronto, no quiero ser una carga para los que me rodean... 

De pronto la puerta se abrió sorprendiendo a la chica y haciendo que esta guardara rápidamente la hoja de papel que tenia en su escritorio. 

-Señor Adler, ¿En que le puedo ayudar? -Pregunto un tanto nerviosa.

-En serio Lina ya te he dicho que no me digas señor, nos conocemos desde niños. 

-Lo se pero eres tres años mayor que yo. 

-¿Que estabas haciendo?

-¡Nada! yo solo queria mejorar mi letra. 

-Lina sabes que...

-No puedo estar afuera de la cama tan tarde porque el frío deteriora mi salud.

-Y si lo sabes porque sigues aquí. 

-Ya voy señor Adler. -El chico bufo y en su rostro de ella una inocente sonrisa se dibujo en sus labios, pero todo termino cuando la chica callo sin mas al suelo asustando de sobre manera a Adler, y pronto todo se volvió oscuridad para ella.

La noche era igual a aquella cuando nació, el doctor salio de la habitación donde el joven esperaba noticias de ella, sus esperanzas de que ella se recuperara se vinieron abajo cuando el doctor al verle bajo la cabeza y negó con la misma. Con lagrimas de los ojos salio a toda prisa a los jardines de la bella casa. 

-¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ TE LA LLEVAS A ELLA Y NO A MI, DARÍA MI VIDA POR LA SUYA?! o tan siquiera déjame ir a su lado. Yo no tendría razón de vida si no es con Lina.

-Sanarla no es una opción, la enfermedad ha avanzado tanto que ni siquiera el poder de la reina de las serpientes podría sanarla, solo acepta la realidad. -Dijo una voz entre las sombras de la noche. 

-¿Quién eres?

-Mi nombre, eso no importa Adler, puedo hacer que estés con ella en paraíso donde no sufrirá jamas, y solo estarás tu a su lado. Pero ya no estarás vivo.

-¿Dices que me mate?

-No exactamente, ella es Lina. -Dijo mostrando a una joven desmallada entre sus brazos. -¿Curioso no? Se llama igual que tu gran amor, ella es un espíritu fuerte, guerrero, pero para estar aquí necesita un cuerpo humano igual que yo, no tenemos mucho tiempo antes de que la rueda del renacimiento nos absorba, y por desgracia ella ha estado así desde que llegamos. 

Algo le paso y mi única esperanza es encontrarle un cuerpo, por desgracia o fortuna algo nos ha traído hasta ella o quizás solo fue casualidad que nos encontramos con ustedes, mi oferta sigue en pie por los siguientes treinta segundos, no perderé mas tiempo aquí si no es necesario. -El chico miraba todo sorprendido, no sabía si confiar en el sujeto frente a él en el paraíso que le prometía, o quizás solo era una trampa de algún demonio, pero no tenia tiempo de saberlo o no, así que sin mas preámbulo bajo varias veces su cabeza afirmando que aceptaba el trato de aquel sujeto y entre las penumbras pudo ver como se dibujaba una sonrisa, el chico no sabia si había echo lo correcto o no, pero les guió hasta la habitación de su amada donde quedo todo en oscuridad y solo se escuchaba el sonido de un cascabel.

 -Por favor despierta.-Dijo el espíritu a la joven reina antes de depositarla con cuidado en el cuerpo de la chica, pronto de esta se escucho un quejido lo que alarmo a Adler pero antes de poder hacer algo un pequeño punto de luz llamo su atención.

-Ese es el espíritu de tu amada Lina, si he de enviarlos a su paraíso necesito que te quites la vida.

-¡¿Que, eso no lo discutimos?!

-Pude sacar el espíritu de ella porque estaba agonizando, el tuyo solo se aferrara a tu cuerpo y esto sera en vano. -El chico no muy decidido saco una navaja de su pantalón y corto sus venas de las manos en vertical esperando a reencontrarse con su amor. 

La vista se le nublaba cada vez mas y fue cuando lo vio por fin, era un chico antropomorfo, su cara y cuerpo parecían el de un humano pero no otros detalles que le recordaban a un licantropo y en un parpadeo todo parecía haber sido un sueño, no entendía como pero se sentía bien y de entre la oscuridad que lo envolvía una puerta frente a sus ojos se alzaba para cuando el entro, aquella chica a la que amaba le esperaba rodeada de un bello calor de sol y de flores primaverales, no pudo evitar esbozar una sonrisa en sus labios y dejar caer varias lagrimas de sus ojos, estaba feliz, y había sido su mejor decisión el haber confiado en aquel sujeto extraño.

-Ahora estarán para siempre juntos, y podrás darle todo el amor que en vida te costo mostrarle. 

Lina me matara cuando despierte, y estaré feliz de aceptar su castigo. -Dijo antes de entrar al ahora inerte cuerpo del chico en el que ahora viviría.

La mañana anunciaba un lindo día con bellos cantos de aves y un cálido calor del sol, sus ojos pesaban pero se esforzó por abrirlos para contemplar la habitación frente a ella. 

-Estoy viva...

Durch Die ZeitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora