Capítulo X "Darelle"

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Donde estoy todo es confuso mi vista esta borrosa me siento mareada, ¿es que yo realmente he salido de ese sitio? ¿Esto es la tierra? —Dijo mirando a su alrededor todo le resultaba extraño pero al mismo tiempo tan familiar, la joven recordó rápidamente la advertencia que su compañera les había echo y aún algo mareada se puso de pie para buscar el cuerpo en el que ahora residiría.
No pasados muchos minutos escucho a alguien correr por el oscuro bosque en donde estaba, y eso no era lo peor alguien seguía aquella persona que huía.

—Vamos, ven deja de tenernos miedo, solo queremos jugar con alguien tan patético como tu. —Se escuchó en el eco del bosque, su curiosidad le domino y sin pensarlo se acercó a el lugar donde se escuchaban esos ruidos, estaba consentrada viendo como un par de sujetos buscaban a alguien cuando escucho un sollozo bajo sus pies.

Pobresilla, ojala pudiera hacer algo por ti. Pero me es imposible, no tengo tiempo para perderlo ayudandote. —Estaba dispuesta a marcharse cuando entre lágrimas aquella niña la miro y le susurro "Ayudame" —¿Puedes verme? Imposible, nadie debería... —La chica la miro en silencio por un tiempo.—Lo siento no puedo, si me quedo aquí probablemente Samsara me lleve a la reencarnación y no tengo tiempo para volver a nacer.

—Es que yo no quiero seguir aquí, si evitas que ellos me atrapen y me concedes el deseo de despedirme de mi madre por ultima vez, mi cuerpo sera tuyo.

—Tonterias podría hacerlo, pero no esta en mis planes quitarle el cuerpo a una persona viva.

—Estoy muriendo, quizás por eso puedo verte, aquellos hombres me hicieron daño, tengo una herida en el costado y estoy sangrando mucho, quizás tu puedas hacer algo al respecto, por eso lo único que te pido es que me dejes despedirme de mamá, nunca le dije cuanto la quería, y cuanto apreciaba lo que hizo por mi. —Darelle la miro por unos segundos, pues la chica decía la verdad su costado era de un carmesí intenso. —Por favor. —Ella seguía dudando sin embargo al final decidió ayudarle así que aunque el espíritu de la joven seguía en su cuerpo ella entro y sano lentamente sus heridas.

—Quiero que entiendas una cosa, yo he entrado pero no podre salir, debes cumplir tu palabra en un lapso de treinta y seis horas o quedaras atrapada aquí y mi espíritu ira oprimiendote hasta que desaparezcas, entendido. —Dijo Darelle quien ahora tenia el control.

Si, ahora este es tu cuerpo.

Te encontré baby. —Dijo uno de los chicos sonriendo maliciosamente a lo que Darelle lo imito.

—Te equivocas yo te encontré a ti. —El sujeto la miro confundido pero aun con aquella sonrisa arrogante.
El cuerpo de la chica comenzaba a adaptarse a lo poderoso que era su espíritu y cuando por fin dejo de sangrar aquel recipiente humano fue suyo en control total, sus uñas crecieron hasta convertirse en garras.

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