Durch Die Zeit

Capitulo XVII Codicia

Ya había pasado mes y medio desde que despertó la verdadera dueña del cuerpo había cumplido su promesa y había partido hacia la paz eterna después de despedirse de su madre, la mujer entendió enseguida lo que ocurría y ofreció su ayuda a Darelle quien ahora vivía con ella, aunque al principio la reina de los dragones se negaba pues sabia el dolor que esto le provocaría al final término por acceder, intentaba encajar como podía y la mujer que ahora llamaba madre se esforzaba por enseñarle como era el mundo.

—Hey Darelle. —Le grito una chica de lentes y cabellos castaños a la que hacia unos días atrás ella había salvado del abuso que representaban los integrantes de lo que llamaban escuela.

—Arien...

—Perdona quise alcanzarte desde mas atrás pero no pude.
Darelle encontré un libro de criaturas mágicas. Leamoslo juntas.

—Si porque no, después de clases.

—¡Si! —Darelle esbozo una cálida sonrisa pues la amabanilidad de aquella chica realmente la hacia sentir bien.
Ambas entraron a su salón correspondiente y tomaron asiento cuando el profesor se presentó pidió su atención pues un nuevo chico había entrado a la institución y aunque no fuera por mucho tiempo este tomaría clases con ellos.

—Les presentó a su nuevo compañero, por favor diga su nombre, procedencia y gustos.

—Mi nombre es Milo, vengó de Grecia y me gusta leer en especial novelas policiacas. —Rapidamemte llamo la atención de las señoritas presentes y Arien no fue la excepción.

—Wow si que es guapo.

—Lo encuentro bastante común. —Contesto Darelle quien miraba por la ventana.

—Si te dignaras a verlo sabrías porque llamo la atención de todos. —Darelle suspiro y volteo a mirar a el aludido solo para quedar sorprendida y decir al viento: —Kardia...

A unos metros de la escuela

—Milo lo ha logrado se ha infiltrado con éxito.
¿Camus estas seguro que ahí hay criaturas a las que nos enfrentamos?

—Si, al menos una estoy seguro aunque no entiendo ¿Por qué no ocultan su poder? al rededor de varias calles y de esa escuela el calor se intensifica, entiendo que ustedes no lo presientan pues no son tan sencibles al calor como yo. —El teléfono no tardó en sonar era Shion que les daría nuevas ordenes.

—Escuchen necesito que se desplacen a Inglaterra según las noticias ahí hay alguien y tengo el presentimiento de que así lo es.

—No quiero desafiar sus ordenes patriarca pero estamos en busca de uno. —Dijo Kanon

—En ese caso Camus ve haya mientras que Milo y Kanon se hacen cargo.

—Como ordene. —Dijo antes de finalizar el llamado, mientras tanto Camus se preparaba para partir. —Confio en que ustedes lo lograran. —Le alentó a el geminiano antes irse.

—Nosotros te encontraremos y destruiremos.

Escuela.

El descanso había llegado y Darelle estaba con Arien sin prestarle realmente atención.

—Darelle... ¿Que te pasa?

—Lo siento, es que el chico que entro me recuerda mucho a alguien que conocí hace tanto tiempo que me ha traído varios recuerdos y me causa nostalgia.

—¿No lo pudes volver a ver?

—No lo creo, estaba enfermo del corazón estoy segura que sea donde este estará mejor. —La chica sonrió y siguió diciéndole lo que el libro contenía.

—Arien antes de que continúes debo decirte una cosa, no había querido hablar porque no quería que te sintieras sola, creeme cuando te digo que siempre estaré a tu lado.

—Me asustas.

—Desde hace un mes pedí un cambio a Japón, me confirmaron ayer que era posible y se haría en un mes.

—¿Que? ¿Te iras? ¿Me dejaras con ellos?

—Escúchame cuando terminen las clases ve a buscarme al bosque cerca de mi casa, te lo explicare todo. —La chica asintió y se fue de ahí, el resto del día Darelle no se presento Arien sabia donde buscarla pero no entendía porque había decidido irse.
A esa misma hora la chica de cabellos castaños se encontraba en el bosque creando varios símbolos en la tierra mientras en su mente solo aparecía aquel joven de cabellos azulados.

—¿Por qué tuve que partir? ¿Por qué no estuve contigo hasta el final? —Dijo antes de abrir la palma de su mano y que de esta saliera una llama de rojo intenso. —¿Fui yo la que provocó eso? Lo siento... Solo era una niña y ahora que he vuelto jamas podre verte.

—¿Darelle?... —Pregunto algo confundida la chica que ahora era su amiga.

—Arien...

—¿Que es eso que querías decirme?

—Arien... No soy la persona que crees, la dueña de este cuerpo murió hace poco mas de un mes... Tenia mi nombre Darelle, yo soy la princesa del clan de los dragones...

—De que hablas? Te burlas de mi? Me has ayudado para burlarte.

—Jamas haría algo tan repulsivo como eso, te estoy diciendo la verdad y si he confiado en ti es por que creo que lo mereces. —La chica ilumino todos los símbolos del piso y tallados en los arboles con una hermosa luz de fuego.

—Es hermoso...

—Yo soy Darelle... Heredera de los dragones y volví para reclamar el reino que me corresponde.

A lo lejos un par de hombres miraban el espectáculo no sabían pero era hermoso para ellos.

—Una mujer que controla el fuego... hay algo mas en este mundo que sólo humanos, las leyendas eran ciertas.

-No estamos solos...