Millie Bobby Brown tiene desde los 10 años un plan meticulosamente elaborado para conseguir todo lo que quiere.
Talento y disciplina para el baile✅
Notas perfectas ✅
Capitana de porristas ✅
La absoluta reina de la escuela ✅
Juilliard ... ❌
Cuando s...
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Jack Grazer PoV
Si los primeros dos shots le habían resultado algo difíciles, los que siguieron no le hicieron ni cosquillas.
Desde que bajo las escaleras con el corazón roto y la mejilla dolorida, Noah Schnapp no se había separado de él, al contrario lo arrastraba de aquí para allá por distintos grupos. Todos querían a Noah, "Las ventajas de ser popular" pensó, pero no era solo eso. El rubio era divertido, se la pasaba bromeando con todos, aunque sospechaba que también la gente lo trataba así por sus negocios, pero no podía negar que Noah era una compañía agradable, además también sabía como festejar.
En cada grupo al que llegaban, el rubio lo presentaba y luego si o si compartían algún vaso de alcohol, nadie parecía importarle que fuera un perdedor mientras brindaban con él, al contrario parecían disfrutarlo. Aunque algo dentro de él sospechaba que no era por ninguna otra razón aparte de su evidente borrachera. El alcohol poco a poco apagaba su sentido común y no tan solo eso, también le quitaba la vergüenza, cosa que a todo el mundo parecía resultarle muy divertido.
Y lo confirmo momentos más tarde, ya que en cualquier otra circunstancia nunca jamas hubiera aceptado beber del "embudo de cerveza" que acaban de instalar en medio del patio trasero.
Solo los atletas y fiesteros de corazón eran lo suficientemente valientes para enfrentarse a el. Pero esa noche él se sentía capaz de todo, incluso cuando Noah intentó detenerlo.
—¿Te has vuelto loco? —Lo paró el rubio cuando adivinó sus intenciones al verlo comenzar a balancearse hacia el embudo de cerveza. — No, claro que no ¡Alto ahí G! Una cosa es divertirme viendo como te emborrachas pero eso— apuntó al barril— es suicidio. Ver morir a las personas no es divertido.
—Oh vamooos schaappchaat— Arrastró las palabras mientras palmeaba el hombro del rubio para tranquilizarlo— ¡¿Cuandoo te convertisteee en mi maldiga madre?!
—Si Schnapp ¡Todos queremos ver cómo se ahogan las ratas de laboratorio! —Gritó una voz entre la gente llamando la atención sobre ellos.
Busco al dueño de esa voz y no le costó identificar al idiota de Jacob Sartorius riéndose con burla desde el centro del lugar seguido por su séquito regular, pero no fue hasta mirar a su lado que la vio. Ellie estaba allí colgada del brazo de uno de los gorilas del equipo de fútbol.
La chica no lo miraba, al contrario parecía decidida a ignorar su siquiera existencia. Y en vez de doler como usualmente ocurriría esta vez le quemó, como si la sangre de todo su cuerpo le hirviera de rabia.
—No vale la pena G — le susurró el rubio al notar hacia donde había ido su mirada — vamos no hagas una estupidez.
—Santa mierda ¿Es verdad lo que oí? ¡¿Alto Grazer va a hacer los honores?!— Exclamó Dustin con una sonrisa gigante mientras caminaba hacia ellos entre la gente — ¡Será una locura hermano! ¡Alto G! ¡Alto G! — Comenzó a gritar a la vez que alzaba un puño en alto.
