Que caigan los que tienen que caer.

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Capituló 8

Joe Kerry PoV

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Joe Kerry PoV

Cuando comenzó con la psicología infantil siempre se imagino ayudando a niños pequeños, ingeniosos, animados, ruidosos pero adorables.

Pero nunca imagino que tendría que seguir con ellos hasta convertirse en adolescentes molestos, inestables, obstinados e irrespetuosos.

Cuando aceptó ese trabajo estaba tan contento por poder ayudar a chicos de la edad de Finn. El chico había sido todo un desafío, pero mediante pasaban los años había podido ayudarlo. Ingenuamente creyó que después de lograr manejar al azabache cualquiera después de él no sería un problema.

Pero se equivocó desastrosamente.

Por qué el de rulos era solo 1 chico. Pero ahora estaba trabajando con cientos, incluso peores que el. Y si no le creían tenía el claro ejemplo de la chica sentada en ese momento en su oficina.

Millie Bobby Brown, La arquetipo perfecto que toda adolescente ansiaba ser. Acostumbrada a obtener absolutamente todo lo que quería y más, ya sea por su propio esfuerzo o por sus variados privilegios.

Entendía el por qué, al descubrir que Finn competía con ella por entrar a Juilliard se había puesto a actuar de esa manera. Sobre todo por qué había descubierto en el pecoso una contraparte tan inteligente y talentoso como ella. Pero esto ya había sobrepasado todos los límites, la castaña había pedido toda la cordura al verse igualada por el chico.

Y no tan solo le sorprendía por parte de ella, si no también por parte de Finn. Lo conocía desde hace años y nunca lo había visto tan obstinadamente decido en probar algo. Usualmente no le importaba, pasó años haciéndole creer a todos que no era mas que un bocazas que no le interesaba nada.  Y aunque él sabía que no era así, de alguna forma era más fácil para el chico actuar de esa manera, pero ahora parecía que todo hubiera cambiado.

Como sea esto debía parar, es por eso que también tenía al chico de gafas sentando en su oficina.

Los había interceptado justo después del discurso disciplinario que la directora les había a dado a todos después de lo ocurrido en la cafetería.

Oficialmente no habían habido culpables específicos. Pero él no era estúpido, hace días que las cosas en el instituto estaba algo agitadas, por no decir descontroladas.

Y casualmente habían comenzado cuando se había declarado la guerra oficial del chico de gafas sentado frente a él contra la chica castaña sentada a su lado.

Ingenuamente creyó que se acabaría con la entrega de sus demos, pero al parecer eso no hizo nada más que iniciar una seguidilla de ataques, no solo entre ellos sino que entre todos sus grupos respectivos y escaló tanto ¡Que involucró a todo el maldito instituto!

Era hora que alguien acabara con eso, pero no quería meter a los adolescentes en problemas, era por esa razón que no iba a acudir con la directora, ella ya les había dado su propio castigo, en cambio él tenía algo mucho mejor en mente.

Todo por un Sueño || FillieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora