1

1.6K 111 12
                                    

Después de tantos años, Ae todavía no era capaz de entenderlo.

¿Cómo era posible que Pond, su novio por más de dos años, prefiriera perder su tiempo (y energía) mirando sus videos porno y no estando con él?

Y cuando decía "sus videos" se refería a los en que el mismo Pond actuaba. Porque sí, su novio era uno de esos actores y fue ahí donde lo conoció.

No había visto nunca, en sus años trabajando como maquillador para ese tipo de actores, a alguien que tuviera una resistencia tan buena para... El acto ese.

Escena tras escena y seguía tan activo como siempre y con las mismas ganas de continuar, ese hombre si que disfrutaba su trabajo.

Y quizá esa característica había hecho que su relación fuera, en un mayor porcentaje, sexual.

Ae lo amaba, realmente lo hacía.

En un principio, Pond sólo lo buscaba por lujuria, Ae no era la gran cosa, tranquilo, pequeño, ni siquiera con una altura digna de admirar o un rostro resplandeciente.

Pond le decía que lo había elegido porque era único, Ae simplemente pensaba que era porque su novio tenía curiosidad de estar con alguien tan poca cosa.

Pero Pond se la jugó con flores y corazones y lo conquistó.

Y todo iba bien.

Aunque no le gusta que el sexo fuese la pieza fundamental de la relación.

Pero veía la sonrisa, la perversión tierna y se derretía.

Suspiró.

Suspiró fuerte y escandaloso, junto al orgasmo del otro.

—¿Así que también lo estabas pasando bien?— dijo Pond, cuando pudo controlar su respiración, malinterpretando el suspiro del más pequeño.

—No todos necesitan tanto la liberación sexual— la voz de Ae sonaba fastidiada.

—¡Ah!, pero anoche no parecías pensar eso cuando me exigías que...

—Basta— le calló — siento que deberíamos usar nuestro tiempo en algo, que no necesite el que estemos sin ropa.

Pond limpió sus manos con un pañuelo que se encontraba sobre el escritorio en el que estaba, al terminar, lo depositó en la basura y acomodó sus pantalones para acercarse a su novio que estaba sentado al borde de la cama que compartían.

Tomó su rostro y besó su frente.

—Por supuesto que podemos, me parece una excelente idea si eso es lo que pone feliz.

Ae le sonrió intentando una mueca tierna, Pond ahora le besó reiteradas veces en las mejillas, haciendo a su novio reír, le empujó sobre la cama y comenzó a realizarle cosquillas al pequeño, ha restregar más besos sobre él, ha comerle la boca y acariciar su cuerpo.

Que momento más cliché, pensaba Ae, incluso le parecía haberlo visto hace poco y creía saber que le seguía a esto.

El video que Pond estaba viendo hace poco, pasaba exactamente lo mismo, y terminaba en justo lo que le había pedido que no quería hacer.

Cuando Pond estaba a punto de desabrochar su pantalón, le empujó, junto a eso, salió presto de la habitación y del departamento.

Amaba a ese hombre, realmente lo hacía, incluso sabía que él le amaba de vuelta, pero no le gustaba como la relación estaba avanzando.

Iba demasiado centrado en sus pensamientos que no se dio cuenta de la presencia de alguien frente a él hasta que le chocó y arrojó al piso.

MejillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora