En un principio, el hecho de que me vieran sin mascara me hacia sentir incomodo de cierta forma, pero con el pasar del tiempo en este bosque, hace que mi alma se sienta completa.
Cinco días han pasado desde la noche en que nos conocimos, resulta que el joven con quien me encontré sabe escribir y de esa forma nos comunicamos, el dibuja sus respuestas con una rama en la arena, ya puede caminar y sus heridas se han curado por completo, ahora nos estamos preparando para ir a recolectar fruta, según me comenta es muy adepto a los frutos rojos, creo que ya es tiempo de que amplíe su dieta.
Compartí parte de la ropa que usaba para que no anduviera solo con harapos, después de todo el frío de la noche es inclemente con los débiles, entre las muchas cosas que me confió, contaba que había permanecido encerrado en una habitación con una sola ventana, durante días no recibía bocado y lo golpeaban varias veces, que lo habían secuestrado en su poblado y que su captor era un hombre encapuchado con una armadura peculiar.
No hay duda, fue el asalto perpetrado en cierto poblado a manos de la Orden de las sombras, definitivamente era Zed el que lo mantuvo encerrado durante quien sabe cuanto tiempo y de seguro todavía lo esta buscando, pero... ¿porqué? Este joven es muy tranquilo y trabajador, incluso su alma es dulce... ¿quién sería capaz de hacerle tanto daño? solo un tipo egoísta y vil, es el perfil de esa escoria sin duda.
Terminado nuestro periodo de comida, nos dispusimos a charlar esta vez mas sobre el uno y el otro- Sabes! cuando mi padre aún vivía, me gustaba jugar con sus amuletos, hacían un ruido gracioso al chocarlos entre si y yo siempre huía antes de que me descubrieran, durante años han pensado que el gestor de esos extraños sucesos era un fantasmas... pero no es así, incluso fingí que lo exorcizaba del templo, fue de los primeros trabajos espirituales que se me asignaron, sigo sin saber que pude contener la risa en todo el proceso! haha-
Se cubrió el rostro con ambas manos y se hecho a reír en modo silencioso y luego de retomar la compostura, tomo la rama que le servía de pincel y empezó a escribir- Eres un sinvergüenza Shen! Yo en cambio, durante mi niñez gustaba de asustar a las personas, no lo se, me parecía fascinante la variedad de reacciones que conseguía en cada situación- cada vez que las letras llegaban mas allá de lo que su mano podía escribir, las borraba con el pie y continuaba- un día le dije a mi madre que iría por algo de moras azules, eran mis favoritas y me interné en lo profundo del bosque, entonces localice entre los arbustos una variedad muy similar de dichas moras, no obstante, estas provocaban flatulencias- hizo una pausa para volver a borrar el escrito y reírse un rato- a mi regreso la gente mayor que se llevaba bien con mi madre trató de arrebatarme mis moras, consiguiendo únicamente las frutas farsantes, no hubo noche mas apestosa en ese poblado, que aquella en que mi venganza fue consumada!-
Y así entre risas la noche volvió a alcanzarnos...