~26

1.2K 103 1
                                    

Mari

Llegué a mi apartamento y me lancé sobre mi cama, no me sentía bien. Siempre he sido esa persona que sufre en silencio, tampoco es que me este muriendo por lo de Jackson pero si me afectó un poco, yo pensé que le gustaba pero veo que me equivoqué.

Solo me he dado cuenta que los hombres son iguales, les gusta jugar con los sentimientos de las personas, te hacen creer que les gustas y se terminan yendo. Siempre me pasa eso, ya debería estar en un club de solteronas que solo juegan con ellas.

Estaba acostada en el sofá de mi sala cuando el timbre sonó, de inmediato fui a ver de quien se trataba y cuando abrí intenté cerrar rápido al ver que se trataba de Jimin pero éste puso su pie evitandome cerrar

—¿Que haces aquí? No quiero hablar contigo— dije girandome para ver hacia otro lado.

—Tenemos que hablar— dijo cerrando la puerta de golpe.

—No tengo nada que hablar contigo así que vete

—¿Por que no me dijiste lo que pasó con Celeste? — preguntó ignorando lo que le había dicho.

—No tenía porque decírtelo — caminé para sentarme en el sofá.

—Sé que fue por mi— dijo sentándose junto a mi.

—No creas que peleé por ti, yo solo me defendí de ella. Por mi sé puede quedar contigo— fije mi vista al frente ignorándolo.

—Pero yo no me quiero quedar con ella— A este quien lo entiende.

—Haz lo que quieras— me levanté del sofá pero Jimin me tomó de la mano regresandome al lugar donde estaba.

—Quiero estar contigo

—Si y yo quiero estar sola— rodé mis ojos.

—Ven aquí— me jaló para envolverme en sus brazos. Y maldita sea porque mi corazón se aceleró.

—Suéltame — me moví entre sus brazos pero no me soltaba.

—No te dejaré hasta que me perdones

—Agh, esta bien. Te perdono

—¿Enserio?

—Si Jimin, enserio

Jimin me soltó y ambos quedamos frente a frente, nuestras miradas se conectaron y de un momento a otro Jimin me estaba besando, al principio no correspondi a su beso pero luego no me pude resistir y le seguí

Jimin empezó acostarse y me guió a mi para que quedará sobre él. Nos encontrábamos en el sofá besándonos apasionadamente, Jimin recorría mis piernas con sus manos y pasaba por mis nalgas, este las acariciaba suavemente provocandome un cosquilleo y un escalofrío que recorría todo mi cuerpo. Después fue subiendo de bajo de mi blusa  recorriendo toda mi espalda

Estaba perdiendo el control, tenía que detenerme antes que fuera demasiado tarde, con toda la fuerza que me costó me separé de él. Jimin solo me vio sonriendo y limpio mi labial que había quedado en sus labios

—Te diría perdón pero realmente no me arrepiento— río coqueto.

—Tonto — le lancé una almohada y empecé a caminar hacia las escaleras.

—Hey, ¿a donde vas?!— gritó al ver que estaba subiendo.

—¡Que te importa!— grité.

Jimin corrió detrás de mi para alcanzarme y cuando lo logró, me abrazó por la espalda. Sentí ese maldito escalofrío de nuevo, no sé que me pasa solo sé que me gusta estar asi con él

—¿Pensaste que te escaparías? — habló en mi oído.

—¿Por que no te vas de mi casa? — reí mientras ambos caminabamos abrazados por el pasillo que daba a mi habitación.

—Porque no quiero— dijo en tono tierno.

—Pues no me importa— dije burlesca —Tengo que dormir— me separé de él.

—Pues me quedo contigo— entró a mi habitación y se acostó en mi cama.

—¿Que? ¿Estas loco? — me crucé brazos.

—Pero si ya lo hemos hecho antes—tiro su cabeza hacía atrás.

—Si pero no— reí jalando uno de sus pies para sacarlo de mi cama.

—No seas exagerada y ven— me jaló del brazo y me acostó en la cama quedando a espaldas de él, este me abrazó hundiendo su cabeza en mi cuello.

—Eres un abusivo

—Eso no es verdad— podía escuchar su respiración chocar en mi cuello y su hermosa voz la escuchaba cerca de mi oído.

—Hay que dormir— me acomodé en la cama, pero sin soltarme de su abrazo.

—¿Y si mejor hablamos toda la noche? — preguntó enderezando su cabeza.

—Ni lo pienses. Tengo mucho sueño y quiero dormir— hablé aún estando con mis ojos cerrados.

—No seas así, juguemos —sugirió feliz.

—Agh, esta bien. Juguemos — me senté en la cama—¿A que vamos a jugar?

—Bueno tenía pensado jugar el papá y la mamá...

—Jimin— alargue interrumpiendo su idea.

—Es broma. Solo hagámonos preguntas, esas preguntas que divagan en tu cabecita y que quieres preguntarme—sonrío acomodándose para quedar frente a mi.

—Esta bien. Yo comienzo. A ver, ¿Te pasó algo en el pasado para que ahora no quieras enamorarte?

—Pues la verdad no, nunca me he enamorado profusamente— río encogiendose de hombros.

—¿Y no piensas enamorarte de alguien?

—Depende de quien sea ese alguien... Ok, ahora me toca

—Ok

—¿Te gusta alguien? — que pregunta mas difícil, cuando en mi cabeza tengo un desastre y ni siquiera sé que quiero.

—Bueno gustarme, gustarme mucho no, solo sentía atracción por Jackson pero como siempre me fue mal

—¿Por que lo dices? Pensé que estaban saliendo

—En realidad solo dijimos que fingiriamos ser novios para darles celos a Alexa y a Wung pero al parecer a Jackson aun le gusta Alexa

—Parece historia de telenovela— río.

—No te reías— le lancé una almohada — Me toca, ¿te gusta alguien?

—Pues la verdad si me gusta alguien— eso no me lo esperaba.

—¿Y quien es? — pregunté sorprendida e intrigada a la vez.

—Que te importa— dijo empujando mi frente.

—No se vale yo te cuento todo y tú no me quieres decir nada — me crucé de brazos.

—¿Para que quieres saber?

—Pues porque si— me encogi de hombros.

—Eres chismosa

—Esta bien no me digas — tomé mi sabana y me cubrí toda para acostarme a dormir.

—Mari, ¿es enserio? No te enojes— escuché hablar cerca de mi oído.

—No me hables— dije debajo de las sabanas.

—Mari, bebé— habló con voz tierna —Despierta, bebé— empezó hacerme cosquillas.

—Basta— dije entre risas.

—¿Me perdonas? — hizo puchero.

—Esta bien— lo golpeé con la almohada mientras reía.

—Deja de golpearme— dijo abrazandome.

—Buenas noches—murmuré.

—Buenas noches— respondió dándome un beso en la cabeza.

𝙎𝙤𝙡𝙤 𝙖𝙢𝙞𝙜𝙤𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora